Personal especialista en Faro del Centro Zonal de Señalización Marítima de Punta Arenas de la Armada de Chile han desarrollado en los últimos meses trabajos de mantenimiento, renovación o instalación de ayudas a la navegación en la Antártica. La institución instaló el 21 de marzo de 1947 su primer faro antártico en Punta Prat, guiando desde esa fecha a los navegantes en el Océano Austral.
Las ayudas a la navegación en el Territorio Chileno Antártico disponen de energias renovables y sistemas satelitales. Firma Armada de Chile
Según la Armada de Chile, el personal se ha desplegado al continente blanco a bordo de unidades como el transporte AP-41 Aquiles, el patrullero oceánico OPV-83 Marinero Fuentealba, el remolcador ATF-60 Lientur y el rompehielos AGB-46 Almirante Viel en el marco de la Comisión Antártica (Comantar) 2024/2025.
Los especialistas en Faro, junto con las dotaciones de las distintas unidades, que realizan procesos de soporte logístico a bases nacionales y de países amigos, traslado de científicos, tareas hidrográficas y la Patrulla Antártica Naval Combinada, deben enfrentar en cada viaje las inclemencias antárticas en uno de los rincones más inhóspitos del mundo
Seguridad para la navegación
El integrante del Centro Zonal de Señalización Marítima de Punta Arenas, sargento 2° Faro Marcos Fuentealba, resaltó la labor que efectúan estos especialistas, indicando que "cada señal de ayuda a la navegación es fundamental para evitar naufragios, reduciendo por consiguiente las emergencias medioambientales y derrames de hidrocarburos en el continente antártico”.
Los trabajos de instalación, renovación y mantenimiento son fundamentales para la segura navegación en el continente antartico. Firma Armada de Chile
El suboficial, que se desempeña en el área de control de señales, explicó que "la planificación se realiza año a año por instrucciones de la Comandancia en Jefe de la Tercera Zona Naval, verificando la situación y evaluación de información de cada una de las ayudas a la navegación, las cuales se encuentran dispersas en el Territorio Chileno Antártico y son tanto físicas como virtuales, en donde se han incorporado repetidores y señales satelitales, así como paneles solares”.
De esta manera, al menos cuatro meses antes, el Centro Zonal de Señalización Marítima comienza la organización en la destinación de los especialistas y los materiales necesarios para el desarrollo de las tareas, esto en forma simultánea con el desarrollo de los relevos de faros habitados y los procesos de mantención e instalación de ayudas a la navegación en las distintas rutas marítimas de la jurisdicción de la Tercera Zona Naval.
Desafíos antárticos
Los despliegues en las distintas áreas de trabajo para los fareros del Fin del Mundo, quienes desarrollan una serie de labores silenciosas y desconocidas. se ven afectadas por las condiciones meteorológicas, en donde el desembarco se realiza por medio de botes de goma y helicópteros, llegando a los lugares precisos en donde están ubicadas las ayudas a la navegación.
Las ayudas a la navegación son fundamentales para guiar a los navegantes y evitar eventuales daños medioambientales. Firma Armada de Chile
Estas tareas se desarrollan cumpliendo estrictos protocolos de seguridad y con equipamiento especial para enfrentar las bajas temperaturas. Además, se toman las medidas necesarias para no dañar el medio ambiente y se coordina el trabajo en Zonas Antárticas Especialmente Protegidas con el Instituto Antártico Chileno (Inach), resguardando el medio ambiente y la fauna en el lugar.
El cabo 2° Eduardo Bravo comentó que “el desarrollo de tareas se realiza tomando en cuenta diferentes factores, para lo cual es sumamente importante la coordinación y llevar todo el equipo necesario, esto involucra recoger todos los residuos de nuestra labor y retirar escombros de estructuras preexistentes que fueron reemplazadas”, afirmando que “es de esta manera que la coordinación con el buque, el equipo en terreno y las condiciones geográficas dan un escenario en donde nada es dejado al azar”.