Fuerzas Armadas y de Seguridad de Argentina asisten a la población por fuerte temporal

Las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad trabajan en coordinación con el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) para asistir a los afectados por la emergencia en Bahía Blanca, Punta Alta e Ingeniero White. Las tareas incluyen evacuación, rescate y apoyo logístico.

En el lugar también se encuentran el ministro de Defensa, Luis Petri; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, supervisando las acciones. El operativo es coordinado por el general Díaz desde el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), en conjunto con autoridades locales

Del despliegue participan unidades del Ejército Argentino, la Armada Argentina, Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y la Policía Federal. Se han movilizado camionetas, camiones cisterna, botes, vehículos anfibios y helicópteros. Además, las Fuerzas de Despliegue Rápido del Ejército han sido enviadas para reforzar las operaciones.

El Batallón de Comunicaciones 181 aloja evacuados y la Base Naval Puerto Belgrano funciona como punto de apoyo ante un posible aumento de la demanda. En el área de salud, se evacuaron pacientes de terapia intensiva del Hospital Penna debido a las inundaciones.

El Ministerio de Economía autorizó una ayuda de 10 mil millones de pesos (9.389.751,52 dólares aprox.) para la reparación de daños, mientras que el Ministerio de Capital Humano organiza el envío de insumos mediante dos aviones Hercules de la Fuerza AéreaArgentina.

El operativo continúa en desarrollo para garantizar la seguridad y la asistencia a la población.

Situación en Bahía Blanca

Bahía Blanca sufrió un temporal sin precedentes que dejó más de 15 muertos y más de 1000 evacuados. En solo 12 horas cayeron 290 milímetros de lluvia, casi el equivalente a seis meses de precipitaciones, lo que provocó anegamientos masivos, cortes de acceso y graves daños en la infraestructura. El volumen de agua caída duplicó el récord histórico del distrito y dejó a la ciudad completamente aislada.

Las fuertes corrientes arrastraron vehículos, inundaron viviendas y obligaron a muchas familias a refugiarse en los techos de sus casas. En los barrios más afectados, los equipos de emergencia realizaron rescates en botes y trasladaron a los damnificados a zonas seguras.

El temporal también impactó en el sistema de salud. El hospital municipal sufrió filtraciones, lo que obligó a suspender intervenciones programadas. Con cortes de energía y sectores anegados, los pacientes debieron ser reubicados en áreas menos comprometidas del edificio.