La guerra de Vietnam desmiente lo que tantas veces se ha escuchado, con razón, de que la historia la escriben los vencedores. La paradoja de este conflicto es que la han escrito los derrotados. La guerra más representada es la única guerra que Estados Unidos ha perdido, hasta el punto de que Vietnam es un país cuyo nombre se pronuncia junto con el de la nación que lo atacó, invadió, devastó y que al final se retiró derrotada. Y, por primera vez en la historia de la humanidad, ese relato de la derrota y de la vergüenza resulta épico. El cine de Hollywood y las canciones de la época han sido el instrumento que mejor sabe contarlo, superando incluso a lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial.
Despachos de guerra es un ensayo sobre la guerra. Es una novela-reportaje, de estilo literario, pero cuya materia es la realidad, fruto de la presencia de su autor, Michael Herr, en el frente de combate, en la observación y en la escucha. Originalmente publicado en 1977 bajo el título de Dispatches, fue galardonado con el Premio Internacional de Prensa. Herr (1940- 2016) fue periodista, guionista y novelista. Entre sus obras destaca Kubrick, donde narra su relación con el cineasta y su colaboración como guionista en las películas La chaqueta metálica y Apocalypse Now. La presente edición cuenta con un magnífico prólogo de Roberto Saviano, periodista, escritor y ensayista italiano. Dice que el que va a la guerra como escritor va sin un objeto preciso, sin tener que volver con una noticia o un dato cierto. Puede volver incluso sin nada, solo con un montón de sensaciones. Puede no escribir nada o escribir solo de detalles. Puede estudiar los mapas militares, interesarse por el mecanismo de una ametralladora, hablar durante horas con un soldado, leer los papeles de una operación. Y a todo esto puede unir el olor del napalm y el resplandor repentino de la aurora en el Sudeste Asiático. Ese es el tipo de reportero-escritor que Herr quería ser.
Cuando fue a Vietnam en 1967 como corresponsal de Esquire era un escritor prácticamente desconocido. Allí va como escritor y no como periodista. Para los soldados a los que les aclara esto, no parece haber ninguna diferencia. Su artículo más famoso fue Sorbos infernales. Despachos de guerra fue el resultado de diez años de trabajo y describe lo que fue combatir y sobrevivir en aquella guerra. Se han escrito muchos libros sobre Vietnam, pero como señala la crítica, este es único, ya que figura entre los mejores textos sobre hombres en guerra y el nuevo periodismo. Este libro cuenta lo horrible tal como es y hace así comprender al lector que, si se hallara en la misma situación, si decidiera vivir de esa manera, también podría hacerlo mismo. O que, si no lo hiciera, sería más una decisión del momento que de la moral. En sus páginas, el lector encontrará datos, entrevistas, selva, emboscadas, pesadillas, miedo, alegría, cinismo, crueldad, euforia, condena. John le Carré afirmó que era el mejor libro que había leído sobre los hombres y la guerra en nuestro tiempo.
A Herr no le interesa destapar una historia secreta. Lo que logra es arrastrar al lector a la guerra. No ofrece solo imágenes, sino también comportamientos y mostrar una condición humana que alcanza objetivos que nunca se imagina: “Ningún marine cree de veras que va a Vietnam a combatir el comunismo, ninguno cree que sea una guerra que vaya a llevar la democracia a los esclavos de Ho Chi Minh. Pero esa no es razón para no combatir y morir. Matamos en el momento en que hay enemigos. Hay operaciones en las que los marines van a morir con toda seguridad y podrían escapar, pero ninguno escapa. Mueren y combaten por sus hermanos de armas. Y porque desean jugarse la vida. Paradójicamente, eso buscaba quien iba voluntario a Vietnam, quien buscaba el riesgo de la muerte para ver hasta dónde llegan el cansancio, el dolor y el nerviosismo”. Gracias a él, la de Vietnam se ha convertido en la guerra perdida no por las balas y la guerrilla del Vietcong, sino sobre todo porque ha sido contada. Contar esa guerra tal como fue realmente significa destruir todos los argumentos que llevaron al conflicto.