El Gobierno Nacional y la provincia de Mendoza oficializaron el traspaso de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) al consorcio estadounidense Industrial Acquisitions Fund (IAF), cuyo socio principal es Arc Energy. Esta operación se enmarca en la política del Gobierno de Javier Milei de reducir el déficit fiscal y evitar la asignación de recursos federales a la gestión de empresas estatales. Se trata de la primera gran privatización de la actual administración y marca el retorno de la empresa a manos privadas luego de su estatización en 2021.
La reciente privatización de Impsa ha generado dudas sobre la continuidad del programa de modernización del Tanque Argentino Mediano (TAM) al estándar TAM 2C-A2, uno de los principales proyectos de actualización del Ejército Argentino. La empresa mendocina desempeña un rol clave en la producción de componentes y la modificación de la estructura de la torre del blindado, lo que pone en duda el futuro del proyecto bajo la nueva administración privada.
Desde 2023, Impsa mantiene un acuerdo para la fabricación de los faldones laterales del tanque, además de realizar tareas de soldadura y capacitación de ingenieros. En paralelo, a partir de un convenio firmado en 2022 y financiado a través del Fondef, la empresa se encarga del mecanizado de la torre, un proceso necesario para la instalación de nuevos sistemas tecnológicos que conforman la versión A2 del blindado.
Las modificaciones incluyen la sustitución del sistema hidráulico de control de la torre por uno eléctrico, el reemplazo del sistema de estabilización analógico por un sistema de microcontroladores y giróscopos de estado sólido, y la incorporación de una nueva Unidad Atmosférica que permite al tirador considerar factores como el viento y la temperatura al disparar.
El programa de modernización contempla la actualización de 74 unidades del TAM 2C-A2, de las cuales diez fueron presentadas recientemente. La privatización de Impsa y la posible reorientación de su actividad bajo la nueva administración plantean interrogantes sobre el cumplimiento del cronograma previsto y el impacto que podría tener en la modernización del principal medio de combate del Ejército Argentino.
Privatización
El proceso de privatización estuvo condicionado a la negociación de la deuda de la compañía, que asciende a 576 millones de dólares. El consorcio IAF presentó una oferta de capitalización de 27 millones de dólares y solicitó un plazo para refinanciar el pasivo. La operación se cerró tras casi cuatro meses de negociación y tendrá un hito clave el próximo 17 de marzo, cuando se reúna la asamblea de accionistas para aprobar formalmente el aporte de capital y los términos de la adquisición.
La vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, afirmó que el objetivo de la operación es asegurar un inversor que garantice la continuidad de Impsa, mantenga los puestos de trabajo y promueva su crecimiento. Desde el Gobierno Nacional destacaron que la medida permitirá que la empresa opere de manera saneada dentro de un esquema de economía de mercado. Arc Energy, con sede en Luisiana, tiene previsto invertir gradualmente en la compañía para fortalecer su competitividad en el mercado internacional, con un enfoque en la energía hidroeléctrica, nuclear y eólica, así como en la expansión del negocio de grúas portuarias.
Fundada en 1907, Impsa se especializa en la fabricación de turbinas, grúas y equipos para la generación de energía y la industria del petróleo y gas. En la década de 1980 alcanzó su mayor expansión, exportando tecnología a diversos países, pero desde 2014 enfrenta problemas financieros que derivaron en su estatización en 2021. La venta al grupo estadounidense marca un nuevo capítulo en su historia, con el desafío de reposicionarse en el mercado energético global.