El blindaje del espacio aéreo mexicano ha disuadido 86 % los vuelos ilicitos durante los últimos seis años (2018 - 2024). Esto se debe al fortalecimiento de las capacidades humanas, tecnológicas y operativas del Centro Nacional para la Protección y Vigilancia del Espacio Aéreo (Cenavi), indicó el piloto aviador y titular de la institución, Víctor Hugo Lozano García.
En entrevista con el periódico La Jornada, el general Lozano García señaló que las actividades del organismo bajo su mando no sólo están enfocadas a la identificación, seguimiento y alertamiento de tropas para detener actividades ilícitas; también participan en labores de asistencia para aeronaves que presentan alguna emergencia durante sus operaciones, y apoyan a las autoridades aeroportuarias en cuanto al buen desarrollo de las actividades que se realizan de manera cotidiana en las terminales y aeródromos del país.
El Cenavi es el organismo encargado de vigilar y proteger el espacio aéreo en el que operan 106 integrantes de diferentes ramas y servicios de la Defensa, así como un gran grupo de controladores aéreos que vigilan y verifican cada avión y helicóptero que surca los cielos del país.
Para el seguimiento de los vuelos ilícitos, además de sus integrantes en el centro operativo, el Cenavi cuenta con la información que aportan radares fijos y aeronaves de ala fija de la Fuerza Aérea Mexicana, como los interceptores F-5E/F, K-350 King Air, Embraer 145 AEW&C y los T-6C Texan II, que operan como plataformas de vigilancia y como naves que se utilizan para realizar operaciones de intercepción aérea. También cuenta con los helicópteros H225M Cougar, Bell B-407 y UH-60M Black Hawk, que parten de las distintas regiones aéreas para apoyar tareas de seguimiento y aseguramiento
En el centro de operaciones existen diversas tareas desde las cuales se realizan labores de vigilancia, inteligencia, verificación y seguimiento, a fin de detectar las aeronaves que pudieran estar en riesgo por algún incidente en vuelo y requirieran apoyo logístico o bien realizar operaciones de búsqueda y rastreo en caso de percances que se tengan que desplegar equipos de emergencia.
Los seguimientos de este tipo de aeronaves activan los protocolos de alerta para las regiones militares y aéreas una vez que ingresan al espacio aéreo mexicano. Los vuelos ilícitos son vigilados desde drones o las plataformas aéreas, así como por los sistemas de radar hasta los puntos donde aterrizan y se aseguran los cargamentos.
En el aspecto internacional, el director del Cenavi señaló que se tiene coordinación con 12 países de Centroamérica, Sudamérica y Estados Unidos, respecto de cualquier traza de interés que entre a espacio aéreo mexicano.
Un ejemplo reciente de éxito en las operaciones del Cenavi fue la intercepción de una aeronave tipo Cessna 210 en octubre de 2024, en Oaxaca, donde se hallaron más de 500 kilos de cocaína. Este tipo de operaciones subraya la efectividad de las capacidades del Cenavi para reducir significativamente el tráfico aéreo de drogas en el país.