Sobre el papel, el concurso para dotar de un nuevo avión de combate a la Real Fuerza Aérea Tailandesa (RTAF) sigue abierto y con opciones tanto para el modelo Gripen, de la compañía sueca Saab, como para el F-16 de la estadounidense Lockheed Martin. Sin embargo, las preferencias hacia el primero apuntan a que será el ganador del proceso. El propio nuevo ministro de Defensa tailandés, Phumtham Wechayachai, en el cargo desde septiembre, ha reconocido que apoya la decisión que su Real Fuerza Aérea ya ha evidenciado al elegir el avión sueco como la mejor opción.
“Ellos saben mejor que nadie qué avión de combate es el más adecuado para defender nuestro país”, ha apuntado Wechayachai sobre la elección de los militares del nuevo aparato que compondrá un nuevo escuadrón que se sumará a las flotas de Gripen y F-16 con las que ahora cuenta el país. Tailandia ya tiene, por tanto, experiencia en ambos modelos.
A la vista de la preferencia de la Real Fuerza Aérea por el candidato europeo, “aprobaré a compra de cazas Gripen por parte de la RTAF si el precio no supera nuestro presupuesto y se produce una transferencia tecnológica”, ha explicado el ministro, según recoge el portal británico Shepard.
Apoyo del fabricante
Entre los pros y contras señaladas por la RTAF sobre los dos modelos se encuentra el apoyo que está previsto que reciban de uno u otro fabricante (Saab o Lockheed Martin) de acuerdo con la elección final.
La RTAF ya incluyó a principios de 2020 la compra de una docena de nuevos aviones de combate en su libro blanco de planes. En él se apuntó que la adquisición contemplará dos fases de seis aeronaves cada una. La primera deberá completarse entre los años 2028 y 2031, y la segunda entre 2030 y 2033.