Las FFAA de Uruguay despiden 2024 con objetivos cumplidos y con expectativas de cara al nuevo Gobierno

Ya en el tramo final del período de Gobierno de la actual administración, el año 2024 trajo la concreción de algunas metas importantes para las Fuerzas Armadas de Uruguay, mientras que otras deberán esperar el visto bueno del Gobierno siguiente.

El Ejército uruguayo logró mejorar algunas capacidades perdidas gracias al restablecimiento del programa de compras FMS con Estados Unidos y a la donación de material de mismo origen. En este sentido, se recibió un partida de 14 vehículos blindados MRAP Osprea Mamba Mk7 con sus correspondientes sistemas de comunicaciones, donados por Estados Unidos utilizando fondos GPOI, por un monto de casi 14 millones de dólares. Algunas de estas unidades serán equipadas con inhibidores de frecuencia, para ser desplegados en misiones de paz en zonas de alto riesgo. 

Junto con los Mamba, se compraron mediante el sistema de compras FMS una partida de 60 camiones Oshkosh Mk23 junto con una partida de vehículos de reconocimiento M-ATV con sus correspondientes planes de mantenimiento por cinco años. Paralelamente, se recibieron 30 camiones Mercedes Benz Atego 1723 4x4 para comenzar la estandarización de los vehículos logísticos del Ejército. 

Por otra parte, la compra de vehículos tácticos 4x4, para sustituir a los Land Rover retirados de servicio, está aún en proceso; el Agrale Marruá es el favorito. 

La noticia más relevante del año para la Armada fue, sin dudas, la concreción del contrato para la construcción de dos buques OPV por parte del astillero gallego Cardama. El proceso, que tuvo una larga negociación, se cerró en diciembre y se espera que el primer buque llegue durante 2026. Adicionalmente, la fuerza recuperó sus capacidades hidrográficas y oceanográficas, con la adquisición del buque científico Mt. Mitchell, rebautizado como ROU 22 Oyarvide, en una ceremonia a la que asistió en exclusividad Infodefensa.com. 

Junto con el ROU 22 Oyarvide, este año se recibió la lancha rápida de ataque clase Chamsuri ROU 10 Huracán, donada por el gobierno de Corea del Sur. Este buque, armado con un cañón Breda Bofors de 40mm y dos Sea Vulcan de 20mm, provee excelentes capacidades de interdicción para zonas costeras. 

En lo que se refiere a la Aviación Naval, continúan las negociaciones para la adquisición de un tercer Augusta Bell 412 y se prevé la concreción durante el flamante Gobierno. 

En el caso de la Fuerza Aérea, la novedad más significativa fue la adquisición de una partida de seis Embraer EMB-314 Super Tucano por 104 millones de dólares, compra que incluye la provisión de un simulador de última generación, sistemas de vigilancia electroópticos y data link. Esta aquisición permitirá que la fuerza recupere algunas de las capacidades perdidas luego de la baja de los FMA IA-58 Pucará y la bajísima operatividad de los Cessna A-37B Dragonfly, que sufren de una gran escasez de repuestos acrecentada por las limitaciones impuestas por el gobierno norteamericano a Uruguay debido a diferencias entre ambos países por la llamada Ley de Derribos promulgada Uruguay. 

Además, un nuevo Embraer C-120ER Brasilia fue adquirido a una aerolínea civil caribeña y, luego de pasar por una recorrida general y trabajos de librea en la empresa ATM en Brasil, fue entregada a Uruguay. La aeronave arribó a Uruugay a finales de diciembre y lleva la matricula FAU 551. 

Para el año 2025 quedó la recepción del primer Tecnam P2012 Traveller, y se espera el primero alrededor del mes de febrero. Junto a los Tecnam, se concretaría la recepción de un helicóptero sanitario del que aún no ha trascendido modelo, financiado con fondos de obtenidos con porciones de las multas de tránsito que se cobran a automovilistas en infracción. 

El aumento en radares, helicópteros, potenciales aeronaves de caza y nuevos aviones de entrenamiento ha quedado postergado para la siguiente administración.