La fragata Santa María (F-81) de la Armada se encuentra realizando el seguimiento de un barco pesquero chino secuestrado por piratas en aguas de Somalia el pasado jueves. Desde entonces, la F-81 lleva a cabo operaciones de monitoreo y actuaciones de coordinación entre autoridades de China y Somalia para mantener la seguridad en la tripulación y el buque.
La actuación de la Santa María se enmarca dentro del marco de la operación Atalanta que tiene como objetivo enfrentar a la piratería. Según el comunicado de la misión europea, la embarcación china fue secuestrada por 18 piratas, algunos de ellos armados con AK-47, en la costa noreste de Puntlandia. Ninguno de los tripulantes resultó herido.
La fragata española patrulla las aguas del Cuerno de África desde el pasado octubre. La embarcación -primera de su clase- lleva operativa desde hace casi 40 años. Para su misión en aguas africanas, la Armada ha instalado en la fragata el sistema antidrón Crow de Indra y una Guardian 2.0 de Escribano para hacer frente a posibles ataques con UAV y además ha montado una estación de armas remotas Sentinel 30 con el objetivo de reforzar la defensa cercana.
La fragata también cuenta a bordo para este despliegue con una batería de Mistral de la Infantería de Marina, que proporciona defensa antiaérea. A esto hay que sumar otras capacidades como una Unidad Aérea Embarcada con un helicóptero SH-60B o un sistema Scaneagle de la Flotilla de Aeronaves.
Repunte de la piratería
Los buques españoles integrados en esta operación han tenido que actuar en varias ocasiones debido al repunte de casos de piratería. A mediados de mayo, la fragata Canarias lideró una operación que acabó con la detección de seis piratas que intentaron abordar al buque mercante Chrystal Arctic, con bandera de las Islas Marshall, a unas 100 millas al norte de Bosaso (Somalia). Los detenidos fueron trasladados en el barco español hasta Seychelles y puestos a disposición de la justicia.
Poco después, el buque español intervino en el rescate del mercante MV Basilisk, de bandera de Liberia, que reportó su secuestro a 400 millas al este de Mogadiscio, la capital de Somalia. Los piratas huyeron al final y un equipo de la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) liberó a la tripulación encerrada en la ciudadela del barco.
En ambos casos, además de los boinas verdes de la Armada, intervinieron el helicóptero SH-60F y el UAV Scan Eagle embarcados en la fragata.
Desde la creación de la operación Atalanta en 2008, la Armada participa de forma ininterrumpida en esta misión con al menos un buque.