Ankara no va a seguir adelante con la adquisición de 79 kits de modernización de su actual flota de aviones F-16, aprobada por el Departamento de Estado de Estados Unidos a principios de 2024 tras años de negociaciones. La adquisición prevista de 40 nuevos aparatos de este modelo sí sigue adelante, pero no el contrato a Washington de esa actualización con el objetivo de liberar fondos para la adquisición de otros 40 aviones de combate de quinta generación F-35, que Turquía ve ahora más cerca. Este último modelo de Lockheed Martin es el que originalmente pretendía obtener el país, y de hecho formó parte de su programa de desarrollo internacional hasta que EEUU le echó, como respuesta a compra de sistemas antiaéreos S-400 rusos por parte de Ankara, que levantó las alarmas en la OTAN por temor a que Moscú acabase obteniendo información sensible de los cazas.
La compra de nuevos F-16, junto a la actualización de 79 unidades de la flota de más de dos centenares ya existente en el arsenal turco se planteó como una alternativa a la que Washington también estuvo poniendo trabas. De ahí que las autoridades turcas proyectasen la adquisición de aviones Eurofighter, desarrollados por Alemania, Reino Unido, España e Italia.
Finalmente, Ankara ha logrado un acuerdo para adquirir los 40 F-16 Block-70 previstos, de los que incluso ya ha realizado un pago inicial de 1.400 millones de dólares; al tiempo que no ha renunciado a sus planes de compra de 40 Eurofighter, y ahora también acaricia la compra de otros 40 F-35, sobre la que está recibiendo señales positivas por parte de Estados Unidos.
De 23.000 millones a 7.000 millones
Ante estas expectativas, el país se ha decidido por borrar de sus planes la adquisición de los 79 kits de modernización. Aunque sí pretende actualizar los aviones localmente, en la compañía Turkish Aerospace Industries (Tusas). El Departamento de Estado de Estados Unidos dio luz verde a la operación de venta de los 40 aviones junto a los 79 kits de modernización por un máximo estimado en 23.000 millones de dólares. Mientras que si el paquete se reduce únicamente a los nuevos aviones junto a los equipos y municiones asociadas, la factura cae hasta los 7.000 millones de dólares, de acuerdo con el Ministro de Defensa turco, Yasar Guler.
Guler afirma que el cambio de opinión que han detectado en Estados Unidos sobre la entrega de los F-35 a Turquía se produce después de que ese país observasen que Turquía es capaz de sacar adelante su propio avión de combate de quinta generación Kaan, cuyo desarrollo seguirá en todo caso adelante.