Los avances en el programa turco de un avión de combate de quinta generación Kaan están animando a Estados Unidos a decidir la posible vuelta de Ankara al grupo de países socios del caza F-35. El ministro de Defensa turco, Yaşar Güler, ha confirmado que su país está tratando de volver a unirse a este programa, liderado por la firma norteamericana Lockheed Martin, al tiempo que ha apuntado que Washington está mostrando signos de un giro en su política ante las evidencias del desarrollo del citado Kaan.
La agencia estatal de noticias turca Anadolu ha recogido estas impresiones de Güler que inciden en la información ya conocida desde hace unas semanas de que Turquía trabaja para conseguir su vuelta al programa del F-35. Otras fuentes añaden que, de hecho, Ankara ya ha propuesto a Estados Unidos obtener los seis aviones de este modelo que llegaron a fabricarse para el país antes de que Washington le echase del programa, hace cinco años.
La compra que por esa época realizó Turquía de sistemas de misiles antiaéreos S-400 a Rusia levantó los recelos entre distintos socios de la OTAN, que estuvieron presionando a Turquía por temor a que Moscú acabase obteniendo información sensible de los cazas, hasta que Estados Unidos, como líder del programa, decidió sacar en julio de 2019 a Turquía, pese a que un año antes ya se había representado la entrega simbólica de las dos primeras unidades, y que llegasen a fabricarse incluso ocho en total para Ankara antes de la ruptura.
Pese a quedar fuera de la iniciativa, de la que formaba parte como socio junto a Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Australia, Dinamarca, Noruega y Canadá, además de Estados Unidos, el país transcontinental continuó un tiempo fabricando piezas para el F-35. Posteriormente han trascendido también los intentos turcos por convencer a Estados Unidos de recibir los aviones, a cambio, por ejemplo, de garantizar que los S-400 que ha recibido permanecerán almacenados.
40 aviones F-16 y otros 40 Eurofighter
Las autoridades de adquisiciones militares turcas han estado estos años negociando también con Estados Unidos la adquisición de más aviones de combate F-16, para ampliar la flota con la que ya cuenta. El desencuentro entre ambos países a cuenta de los S-400 rusos también ha estado dificultando esta posible compra, y Ankara ha llegado a desviar su foco hacia el avión de factura europea Eurofighter, que a la vez también está teniendo problemas para adquirirlo por el veto impuesto desde Berlín. Finalmente, la compra de los F-16, 40 en total, ha podido realizarse, como se confirmó hace unas semanas al trascender el inicio del pago de los aparatos, al tiempo que el interés por los Eurofighter continúa y está prevista la compra de otras 40 unidades de este modelo.