El destructor HMAS Sydney de la Marina Real Australiana (RAN, por sus siglás en inglés) ha realizado recientemente el primer disparo de un misil antibuque NSM de la noruega Kongsberg desde un destructor de la clase Hobart, diseñada por la española Navantia a partir de las fragatas F-100 de la Armada.
El hito tuvo lugar durante el ejercicio conjunto Rimpac en aguas del Pacífico junto con otros buques aliados. El NSM reemplazará al misil Harpoon en los tres destructores de misiles guiados DDG de la clase Hobart en servicio en la Marina Real Australiana. Los trabajos de ingeniería para la integración del misil han estado liderados por la división de Australia de Navantia, en concreto, por su Centro de Diseño e Ingeniería Naval (DEC) en Melbourne.
Navantia Australia ha trabajado en este proyecto estrechamente con Raytheon Australia, Konsberg Defence and Aerospace, la oficina de programa y el contratista gerente de DDG y la oficina del proyecto SEA 1300.
"El esfuerzo de ingeniería realizado por nuestros equipos en el DEC solo y en colaboración con organizaciones en Australia y el extranjero se completó notablemente en menos de 18 meses", destacó el director de Operaciones de Navantia Australia, Jamie Gibbs.
España también ha optado por el misil NSM para sus fragatas F-110 que construye Navantia en el astillero de FerroL. Además, tiene previsto integrar este misil en sus F-100 en servicio durante la modernización, pendiente todavía de financiación, y estudia su empleo desde otras plataformas como los submarinos S-80 o los nuevos helicópteros antisubmarinos MH-60R.
Navantia Australia es la autoridad de diseño de los destructores DDG Hobart y responsable de mantener la integridad del diseño de la configuración base del buque. El programa, con más de un millón de horas de trabajo para adaptar el diseño de la F-100 a los requisitos de Australia, está considerado como la mayor transferencia de propiedad intelectual a la industria de defensa australiana por cualquier empresa hasta la fecha.