El Ministerio de Defensa trabaja desde el inicio de la guerra de Ucrania en la compra de grandes cantidades de munición para asegurar un stock suficiente y reponer en algunos casos las donaciones realizadas al Gobierno ucraniano para hacer frente a las fuerzas rusas en el este del país. El departamento de Margarita Robles lanzó primero un plan de compra de munición de 5,56 mm, la que utilizan los fusiles en dotación, e incluso creó una reserva estratégica de este tipo, como publicó Infodefensa.com.
Después de garantizar el suministro de este tipo de cartuchos, el Ministerio de Defensa ha puesto el foco ahora en el refuerzo de los stocks de munición de 7,62 y 12,70 mm, calibres empleados principalmente en las ametralladoras ligeras y medias en servicio en las Fuerzas Armadas.
El Ejército de Tierra, a través de su Junta de Contratación, trabaja en dos licitaciones con un valor estimado conjunto de 218 millones de euros para la compra en los próximos años de munición de ambos calibres. Esta cifra incluye tanto el presupuesto inicial como las posibles prórrogas que contemplan los dos contratos.
De momento, solo se han publicado los anuncios previos en la Plataforma de Contratación del Estado, por lo que todavía es pronto para hablar del número de disparos que está previsto adquirir.
La licitación de munición de 7,62 mm x 51 mm está valorada en 92,1 millones de euros, con un presupuesto inicial de 65,3 millones de euros, impuestos incluidos. El Ejército de Tierra comprará distintos tipos de cartuchos desde el ordinario o el trazador, hasta eslabonado y de fogueo. En total, consta de siete lotes. En este caso, la duración es de cuatro años y está previsto un máximo de dos prórrogas de un año cada una.
Mientras, la licitación de munición de 12,70 x 99 mm tiene un valor de 125,7 millones de euros, con un importe inicial con impuestos de 89,4 millones de euros. También tiene siete lotes con distintos tipos de cartuchos. El suministro tendrá una duración de cuatro años y también prevé hasta dos prórrogas de un año cada una.
En ambas licitaciones, el Ejército de Tierra ha optado por un concurso negociado con publicidad, que permite seleccionar e invitar a un número reducido de empresas, y un acuerdo marco que regule las condiciones de los distintos contratos de compra de munición.