Sexenio 2018-2024: Fuerzas Armadas mexicanas diezmadas

Con la llegada de López Obrador a la presidencia de México en 2018, una de sus primeras acciones respecto a las Fuerzas Armadas fue cancelar la compra de los helicópteros Seahawk que la Armada de México estaba gestionando con la empresa Sikorsky. El proceso de venta estaba muy avanzado y ya se contaba con la autorización del Congreso norteamericano.

Además de los ocho helicópteros MH-60R, se pretendía adquirir veinte motores T-700 GE 401 C, 16 radares multimodo APS-153(V) (ocho instalados, ocho de repuesto); 10 sistemas aerotransportados de baja frecuencia (ALFS) (ocho instalados y dos de repuesto);  14 transpondedores de identificación amigo o enemigo AN/APX-123 (ocho instalados y seis de repuesto); además de armamento como 1.000 Sonoboyas AN/SSQ-36/53/62; 10 misiles AGM-114 Hellfire; cinco misiles de entrenamiento aéreo cautivo AGM-114 M36-E9; cuatro misiles de entrenamiento AGM-114Q Hellfire; 38 cohetes del Sistema Avanzado de Armas de Precisión (APKWS) II, entre otros aditamentos, esta incorporación mejoraría la capacidad de México para enfrentar las amenazas actuales y futuras de distintos sistemas de armas.

El helicóptero MH-60R le hubiera permitido a México realizar misiones de guerra anti-superficie y antisubmarina y misiones secundarias que incluyen reabastecimiento vertical, búsqueda y rescate y retransmisión de comunicaciones, aumentando el potencial de asociación marítima de la Armada de México y alinearía sus capacidades con las armadas regionales existentes como Canadá y los Estados Unidos.

Esa cancelación marcó el rumbo a seguir con las fuerzas armadas. De esta manera se quedó en planes el dotar a la Patrulla Oceánica de Largo Alcance (POLA) de su armamento, que ya estaba autorizado y que consistía en misiles tácticos Evolved Seasparrow (ESSM) y misiles de telemetría Evolved Seasparrow, además de un lanzador MK56 VLS de ocho celdas, misiles lanzados desde superficie RGM-84L Harpoon Block II, misiles tácticos Rolling Airframe Missile (RAM) Block II y  torpedos livianos MK 54 Mod 0, contenedores de envío y almacenamiento MK 825 Mod 0 RAM Guided Missile Round Packs (GMRP); Paquete de rondas de misiles guiados RAM Block 2 MK 44 Mod 4 (GMRP); lanzadores de triple tubo MK 32 Surface Vessel Torpedo Tubes (SVTT); cartuchos de munición AA98 de 25 mm de alto explosivo y semiperforante; (contenedores, repuestos y  equipos de soporte y prueba, publicaciones y documentación técnica además de formación de personal.

Al iniciar el sexenio, la Armada de México solicitó recursos a través del proyecto de inversión para incorporar dos helicópteros NH90 NFH para fortalecer las actividades marítimas militares en las Zonas Marinas Mexicanas, mediante la ejecución de misiones antisubmarinas (ASW), lucha anti-superficie (ASuW) y Búsqueda y Rescate (SAR) e intercepción marítima en conjunto con la Patrulla Oceánica de Largo Alcance bajo el concepto táctico operativo Binomio y Trinomio para la ejecución de operaciones navales anti-superficie, antiaéreas, antisubmarinas, asimétricas y de emisiones electrónicas, mismo que tampoco pudo llevarse a cabo.

Patrulla Oceanica Clase Oaxaca. Firma Semar

La Secretaría de Marina informó en 2022 que no continuaría con los proyectos de construcción naval para la flota de la Armada de México al no autorizarse los recursos económicos para tal fin. Así lo plasmó en el Informe de avances y resultados 2022 del Programa Sectorial de Marina 2020-2024. La meta institucional era la construcción de dos buques patrulla oceánica, cuatro buques patrulla costera, cinco buques patrulla interceptora y un buque de apoyo logístico, situación que no se cumplió a pesar de ser una actividad institucional.

Es importante recordar que solo la construcción de la POLA 101 ensamblada en cinco módulos a partir del año 2017; de los cuales dos se fabricaron en el extranjero y tres en Astillero Número 20 de Marina, generó el equivalente a 1.979.800 horas hombre de trabajo en México, generándose más de 400 empleos directos y más de dos mil indirectos.

Aviones T-6C Texan II de la Fuerza Aérea Mexicana. Firma Sedena

Por su parte la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señaló en su programa sectorial de Defensa 2020-2024 que movía su visión 2030 al 2040, para que el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos fueran dotados de recursos humanos, materiales, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país. El mismo informe también se dejó de lado el equipamiento nuevo.  

En esas condiciones se realizaron algunas modificaciones al marco normativo, como la creación de la Comandancia del Ejército y la Ley de Protección al Espacio Aéreo Mexicano, que representan avances que llevara algún tiempo consolidar

A la pérdida de capacidades se sumaron la falta de presupuesto y la asignación de tareas que no corresponden a actividades de índole militar, como la administración de aduanas o la construcción de ferrocarriles o aeropuertos. La inversión realizada en equipamiento nuevo en los dos sexenios anteriores permitió que las fuerzas armadas pudieran cumplir con sus funciones sin mayor contratiempo, pero después de cinco años es evidente un desgaste que empezará a ser más notorio en los siguientes años, en los cuales la carga presupuestaria para reponer los equipos que no se incorporaron será mayor, sin que por el momento se cuente con algún beneficio tangible derivado de la supuesta austeridad.

Vehiculo Hummve del ejercito mexicano. Firma Sedena

En las siguientes tablas se muestra la incorporación de los equipos más importantes en las tres ramas de las Fuerzas Armadas Mexicanas en los últimos tres sexenios.

Aeronaves incorporadas a la Fuerza Aérea Mexicana 2006-2024

Fuente: Informes de Gobierno y memorias documentales

Fuente: Informes de Gobierno y memorias documentales 

Fuente: Informes de Gobierno y memorias documentales