¿Qué puede aportar un perfil senior a las empresas tecnológicas? ¿cómo aprovechar este talento? Estas son dos de las principales cuestiones que ha abordado el tercer Diálogos en la EOI con la participación de las empresas Grupo Oesía y Arquimea y la asociación Círculo Ave Fénix.
En la jornada, organizada por IDS en colaboración con la Escuela de Organización Industrial (EOI), permitió sacar algunas conclusiones sobre el mercado laboral y el talento senior. La primera y quizás más importante, en la que todos coincidieron, es que este tipo de perfiles, en muchos casos procedentes de las Fuerzas Armadas, están en auge en las empresas tecnológicas por su experiencia y capacidad para gestionar equipos y proyectos complejos.
En el coloquio intervinieron Eva Cornide, directora de Talento de Grupo Oesía, Francisco Álvarez Fernández, Engineering Director del área de espacio de Arquimea; y Gonzalo Sánchez Urbón, presidente del Círculo Ave Fénix.
Las empresas dejaron claro que en el sector no existe el edadismo en la búsqueda de personal. Más bien al revés. Para Cornide, “el resto es buscar talento senior útil para cubrir las necesidades de las compañías”. “No hay prejuicio con el talento senior, el próximo jueves, por ejemplo, se incorpora a nuestra empresa una persona con 63 años”, señaló. “A veces, cuanto más senior más interesa un currículum”, subrayó Álvarez de Arquimea.
El coloquio también trató otras cuestiones como la importancia de la formación continua y las situaciones en las que las empresas necesitan un perfil con experiencia. Los senior, apuntó Cornide, pueden acompañar a los junior en el aprendizaje y crecimiento, mientras que Álvarez destacó que “los seniors son la columna vertebral que permite formar a los juniors”. El papel del senior, comentaron ambos, también es clave para poner en marcha proyectos.
El sector también trabaja en iniciativas dirigidas a la formación continua. Cornide comentó que Grupo Oesía tiene un acuerdo con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) para impartir títulos propios con las necesidades de la compañía y, de esta forma, que los trabajadores de la empresa vuelvan a la formación. En Arquimea, detalló Álvarez, fomentan acuerdos con universidades para que sus trabajadores puedan hacer el doctorado. Los tres ponentes coincidieron al final en una idea: “aprender de forma continua y estar dispuestos al cambio”.
Militares en las empresas tecnológicas
Tanto Álvarez como Sánchez destacaron que los militares que pasan a la reserva y buscan una segunda oportunidad en el mercado laboral aportan a las empresas de defensa la visión del usuario final en el diseño de productos, lo que facilita al final cumplir con los requisitos fijados por las Fuerzas Armadas. “Incorporar a militares también hace que los equipos cumplan con los requisitos”, apuntó en este punto el ponente de Arquimea.
El presidente de Ave Fénix incidió en que “el militar sabe lo que necesita un carro de combate; tiene la visión del usuario y de las necesidades. El militar puede transmitir los requerimientos, lo que facilita el desarrollo por parte de la empresa”. Cornide, por su parte, destacó que Grupo Oesía valora especialmente los perfiles de militares senior, que pasan a la reserva. “Somos la compañía del sector con más militares contratados”, destacó.
El valor del militar en la reserva
Con más de 150 asociados, Sánchez presentó el trabajo de Ave Fénix. El presidente de la asociación recordó que hoy en día 13.000 militares están en situación de reserva, de los que solo el 7% continúan en puestos en el Ministerio de Defensa.
Muchos de estos militares, continúo, están disponibles y buscan una segunda oportunidad. La asociación, a través de sus áreas de formación y búsqueda laboral, apoya a los que quieren continuar activos. El perfil es muy variado y, obviamente, los tecnológicos están muy demandados. “Algunos tienen trabajo en empresas antes de salir de las Fuerzas Armadas”. También hay, explicó, oficiales y suboficiales con experiencias técnicas y habilidades transversales que pueden ser muy útiles a las compañías.
No todos los que salen del Ejército tienen habilidades técnicas, pero al final tienen una gran experiencia. “Un punto de vista humanista a problemas técnicos es muy importante”, enfatizó el presidente de Ave Fénix.
Sánchez resaltó que “el militar está constantemente aprendiendo, por lo tanto, no tiene miedo a la formación a una determinada edad, al revés, es algo positivo”. Otra salida profesional para algunos militares es la universidad. Entre las cuestiones a mejorar, el presidente de la asociación mencionó el proceso para la convalidación de títulos después de años de carrera militar, porque, como recordó “la experiencia en ocasiones no es suficiente, a veces exigen el título”.