Los buques australianos gemelos de las españolas F-100 contarán con misiles Tomahawk

El Departamento de Defensa australiano va a dotar a sus destructores de la clase Hobart de misiles de crucero de largo alcance Tomahawk. La adquisición prevista, que forma parte de un programa de 1.700 millones de dólares en armamento con capacidad de largo alcance, contempla más de dos centenares de estos proyectiles capaces de volar a baja altura hasta su objetivo, a distancias de hasta 1.600 kilómetros desde el punto de lanzamiento, lo que le permite eludir mejor las respuestas enemigas para neutralizarlos durante su vuelo.

España, desarrolladora de las fragatas F-100 de cuyo diseño derivan los Hobart, comenzó en la primera década de siglo los trámites para adquirir esta arma, que Estados Unidos llegó a aprobar en 2006. Sin embargo, Madrid acabó renunciando a la operación para la compra de unos misiles que también se ha esgrimido que podrían equipar a los nuevos submarinos S-80 de la Armada española, y que precisan del apoyo de una red de satélites para poder operar.

El paso lo ha dado ahora Australia, como respuesta a las tensiones que en la región Indo-Pacífico se están viviendo frente al creciente poder militar chino, de acuerdo con la información recogida por Navy Recognition.

Países Bajos

Al mismo tiempo, Australia va a emplear en torno a 430 millones de dólares australianos ((más de 250 millones de euros al cambio actual) para la compra adicional de más de 60 misiles guiados antirradiación también a Estados Unidos, además de unidades de misiles de largo alcance guiados anticarro para equipar vehículos de reconocimiento de combate Boxer, por una cantidad estimada en 50 millones de dólares australianos (29,5 millones de euros).

Los Tomahawks equipan actualmente a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Reino Unido y en el futuro dotará también a Países Bajos, según los planes expuestos por el secretario de Estado de Defensa neerlandés a la Cámara de Representantes del país la pasada primavera.