Navantia ha realizado finalmente hoy en Ferrol (A Coruña), como estaba previsto, el acto de puesta de quilla de la fragata F-111 Bonifaz para la Armada y ha anunciado el inicio de los trabajos en la F-112 para antes de que termine este año.
El rápido avance de los trabajos se debe a que Navantia ha puesto en marcha un plan de aceleración del programa de construcción que, según ha explicado el astillero, "se lanzó poniendo a punto los sistemas productivos con un bloque piloto y que se ha materializado en el adelanto de esta puesta de quilla". La empresa anunció que, gracias a dicho plan, "antes de final de año comenzará la fabricación de la F-112".
El acto de puesta de quilla se ha realizado bajo la supervisión del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez; el director del negocio de Fragatas y Buques de Intervención del astillero, Eduardo Dobarro; y del almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Antonio Piñeiro.
Foto: Navantia.
16 meses de trabajos
La construcción de la F-111 comenzó en abril de 2022 (16 meses) y ya se han colocado 18 de los 33 bloques que conformarán la nueva fragata, la primera de la serie de cinco buques de nueva generación que el astillero construirá para la Armada. La fragata continúa en proceso de fabricación, según la empresa, "con un grado de madurez del modelo 3D de la ingeniería de detalle de alrededor del 80% y habiéndose adquirido el 99% de los equipos de plataforma para todos los buques de la serie". La fragata estará terminada en 2025 y se entregará finalmente a la Armada, tras las pruebas pertinentes y la instalación de todos los sistemas, en 2028. El resto de los buques se entregará con una cadencia anual hasta 2032.
Según explicó el almirante Piñeiro, “el programa F-110 es un proyecto vital para la Armada, del que resultará el necesario reemplazo de las fragatas de la clase Santa María, al tiempo que complementa la capacidad de nuestras F-100 como elementos básicos para el desarrollo del resto de capacidades de la Flota”. Esta transición, añadió el Ajema "ha sido posible gracias a la excelente relación de colaboración entre la Armada y Navantia, que ha perdurado a través de décadas de trabajo conjunto en un interés común por la búsqueda de la excelencia en la construcción naval”.
Por su parte, Domínguez explicó que “la F-110 es una palanca transformadora para todo nuestro ecosistema industrial y tecnológico. Si este astillero de Ferrol es ya una referencia mundial en construcción de fragatas, este programa lo va a colocar en la vanguardia tecnológica e industrial, con la próxima construcción de la fábrica digital de bloques y del Centro de Excelencia del Gemelo Digital”.
Foto: Navantia.
Un programa ambicioso
Las cinco fragatas de la clase Bonifaz se construirán a lo largo de diez años en los que se generarán alrededor de 9.000 empleos con la participación de 500 empresas de toda España. La orden de ejecución se firmó en 2019 por un valor de 4.325 millones de euros. Además de los cinco buques habrá un gemelo digital.
Los buques serán escoltas polivalentes, con capacidad antiaérea, antisuperficie y antisubmarina capaces de operar de forma combinada con otras unidades.
Respecto al gemelo digital, su desarrollo convertirá al astillero de Ferrol, según la empresa, "en una referencia internacional en materia de fragatas". El gemelo digital ha sido diseñado por el astillero español en estrecha colaboración con la propia Armada y con la Dirección General de Armamento y Material (DGAM). Se trata de una réplica virtual del buque que se realimenta en tiempo útil con información de la embarcación los datos suministrados permanentemente por una red de sensores distribuidos por todo el buque. Esto constituye, según Navantia, "un sistema ciberfísico que mediante el uso de modelos de comportamiento y tecnologías como Cloud Computing, Machine Learning o el Internet de las Cosas (IoT) permite apoyar su mantenimiento y operación incluso a miles de millas de distancia a través del gemelo digital desplegado en tierra".
Foto: Navantia.