La tercera fase del Programa de Desarrollo de Submarinos de la Marina de Brasil (Prosub) se aproxima con exigencias estratégicas, entre ellas la intención de construir dos submarinos convencionales más, la definición de los valores a invertir hasta 2033 para concluir el proyecto de construcción del primer submarino de propulsión nuclear del país y un nuevo modelo de buque patrulla de 500 toneladas o más.
La Fuerza Naval estudia ofrecer en el mercado submarinos convencionales S-BR para reequipar países vecinos de América del Sur, complementando esa ambiciosa planificación. Delegaciones de Argentina y Colombia ya visitaron las instalaciones de Itaguaí y estos países son candidatos a convertirse en futuros clientes.
Otra tendencia es la ampliación del contrato de producción de submarinos convencionales para añadir dos unidades más, algo previsto en la planificación inicial divulgada hace 15 años y que puede convertirse en realidad. Estos dos nuevos submarinos ya contarían con mejoras en diseño, sistemas y armamento, basadas en la experiencia adquirida con los cuatro primeros S-BR clase Riachuelo.
Hasta el año 2025, cuando se entregue el cuarto submarino convencional, se habrán comprometido 40.000 millones de reales (8.344.633.358 dólares al cambio actual) en Itaguaí Construções Navais (ICN), la Unidad de Fabricación de Estructuras Metálicas (UFEM), el Astillero y Base Naval (EBN), la Base de Submarinos de la Isla de Madeira (BSIM) y el Mando de la Fuerza de Submarinos (CFS).
Prosub ha entregado en 15 años de actividades o está entregando cuatro S-BR, un astillero de fabricación, otro de mantenimiento de submarinos convencionales (ambos 100% listos), y actualmente la atención se centra en la adecuación de la base naval para recibir y operar con seguridad el futuro submarino de propulsión nuclear con armamento convencional actualmente en construcción.
Oxicorte por plasma
De acuerdo con los datos divulgados por la Dirección General de Desarrollo Nuclear y Tecnológico (Dgdntm) de la Marina, cerca del 75 a 80% de las obras de infraestructura en Itaguaí ya concluyeron, y para el final de 2023 deberán ser entregados el edificio del Comando de la Fuerza de Submarinos (saliendo de la Base Naval de Mocanguê) y el edificio del Comando de la Base de Submarinos de la Isla de Madeira (BSIM).
Acercándose el final de la fase de fabricación de submarinos convencionales, el S-41 Humaitá está previsto para 2023, el S-42 Tonelero en 2024 y el S-43 Angustura en 2025. Dentro de dos años será esencial comenzar a negociar y definir el modelo de contrato para cumplir con el resto de la compleja tarea de completar el submarino de propulsión nuclear. En estas negociaciones deberán participar Naval Group (Francia), Novonor e Itaguaí Construções Navais (ICN), empresas que estuvieron presentes en la construcción de los cuatro primeros submarinos convencionales y la base naval/astilleros/UFEM.
En la tercera fase del Prosub tendrá lugar el desarrollo tecnológico autóctono de la planta de producción nuclear, una tecnología crítica altamente restringida.
El reactor nuclear en tierra, utilizado para probar el reactor del submarino de propulsión nuclear (Labgene). Imagen: ICN
Se trata del primer reactor nuclear de uso naval brasileño, que "navegará" en Aramar, en la ciudad de Iperó (SP), mientras que en Itaguaí se construye un complejo sistema de mantenimiento con diques apropiados y un edificio para el intercambio de combustible propulsor (nuclear), todo licenciado por la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN).
Patrulleros de 500 toneladas
La Fuerza Naval también ha estudiado un plan B doméstico para el stop gap, como es el desarrollo y la construcción en Itaguaí de buques de patrulla de por lo menos 500 toneladas de desplazamiento, de diseño totalmente nuevo, ya proyectados para recibir un radar de desarrollo nacional hecho en sociedad con la Universidad de São Paulo (USP) y equipados con convoyes para recibir helicópteros y/o drones para despegue y aterrizaje vertical.
Itaguaí puede fabricar tanto submarinos como buques, y la producción de un patrullero en serie, con gran contenido nacional, es una posibilidad que está siendo cuidadosamente evaluada por la Dirección General de Material de la Armada y Emgepron.
El presupuesto anual de la Dgdntm es en la actualidad de unos escasos 1.500 millones de reales (312.923.751 dólares al cambio actual), e incluso con estas limitaciones de recursos para la ejecución de una I+D robusta, se están desarrollando en el marco de una asociación con la USP un nuevo tipo de cañón láser capaz de proporcionar protección activa hard kill a los buques, y un vehículo autónomo de superficie, vehículo de superficie pilotado a distancia, que se está desarrollando con el apoyo de la UFF (Universidad Federal Fluminense) como vector naval capaz de actuar de forma autónoma en misiones ISR, en guerra de minas y contramedidas de minas, en guerra antisubmarina y también como elemento flotante de sensores y capacidades para el Sistema de Gestión de la Amazonia Azul (Sisgaaz).
Silueta de la propuesta de Emgepron para un NaPa de 500 toneladas. Foto: Roberto Caiafa