El escudo antimisiles European Sky Shield (ESSI), impulsado por Alemania, se hace grande y ya se extiende a países célebres por su neutralidad en asuntos militares. Suiza y Noruega son los dos últimos en anunciar su adhesión a este proyecto. “Hace semanas que se llevan a cabo negociaciones confidenciales para hacer posible esta adhesión”, ha reconocido en un comunicado la oficina del canciller austríaco, Karl Nehammer, que atribuye abiertamente esta implicación al nuevo contexto en el nuevo continente.
“La situación de amenaza ha aumentado enormemente como resultado de la guerra de agresión rusa en Ucrania”, ha explicado el canciller. “Debemos y tomaremos precauciones para proteger a nuestro país de la amenaza de ataques con drones o misiles. En la vigilancia del espacio aéreo, la mejor manera es trabajar juntos en una asociación europea con otros países”, ha añadido.
El movimiento austríaco ha sido secundado por Suiza, que también tiene previsto suscribir este viernes, junto a Austria, un memorando de entendimiento con Alemania para sellarlo. “Suiza desea participar en la Iniciativa Europea Sky Shield”, ha informado su Ministerio de Defensa mediante un comunicado. La firma del viernes, que tendrá lugar en Berna, será rubricada por los ministros de defensa de los tres países: Viola Amherd, por parte de Suiza; Klaudia Tanner, en nombre de Austria, y el alemán Boris Pistorius.
De momento ya se han adherido 17países a esta “respuesta europea a la situación de amenaza masiva creciente”, explica la fuente oficial austríaca. Se trata de Bélgica, Bulgaria, Chequia, Estonia, Finlandia, Alemania, Hungría, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega, Eslovaquia, Eslovenia, Rumanía y Reino Unido, además de los que ahora se incorporan, Austria y Suiza. La iniciativa sigue abierta a otros estados que también quieran formar parte. De momento los países europeos mediterráneos, entre ellos España, no se han sumado al proyecto, que ha levantado interés principalmente en naciones más próximas a Rusia.
El Sky Shield consiste básicamente en la creación de una pantalla protectora satelital, sobre los países participantes, capaz detectar y proteger de la amenaza de drones y misiles en una etapa temprana. Sus artífices apuntan a tres factores principales de amenazas “contra los que Sky Shield pretende ofrecer la protección necesaria”. Se trata de ataques con drones, ya sean voluntarios o accidentales; de incursiones de aviones militares en el espacio aéreo europeo, y de amenaza de misiles balísticos o nucleares en ese mismo espacio aéreo europeo.
Críticas por poner en peligro la neutralidad
La ministra Tanner califica este acuerdo de “hito en la historia de la política de defensa” de Austria. El proyecto, se ha apresurado a indicar, no pone en peligro la neutralidad de Austria. Tanner coincide con el canciller Nehammer al explicar que “se trata de participar en un escudo protector que sirve para evitar el peligro”. Y añaden que "la implementación conjunta de este proyecto solo es posible y sensata desde el punto de vista organizativo y financiero en una red europea. Ningún estado europeo puede permitirse la capacidad de una defensa efectiva del espacio aéreo en vista del nuevo peligro”. En ningún caso, aseguran, “la neutralidad de Austria no se ve afectada por esto".
En cuanto a Suiza, la adhesión al Sky Shield ha levantado críticas en algunos sectores del país, preocupados por una erosión en su trayectoria de neutralidad.