El Consejo de la Unión Europea ha lanzado su quinta ola de proyectos Pesco (siglas en inglés de Cooperación Estructurada Permanente). Las 11 nuevas iniciativas elevan a 72 el número total lanzado desde que el 6 de marzo de 2018 se publicaron las 17 primeras. La que lleva como fecha el pasado 23 de mayo es la convocatoria con menos proyectos de las cinco. En noviembre de 2018 se lanzaron 17 iniciativas, un año después fueron 13 y el mismo mes de 2021 se sumaron otras 14. Entre todas ellas suman 72 proyectos, de los que actualmente se encuentran en desarrollo 68.
La última es la primera ola de iniciativas Pesco que llega, en palabras del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y jefe de la Agencia Europea de Defensa, Josep Borrell, “en el contexto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y sus implicaciones militares”. Esta circunstancia, admite Borrell, lleva a que “estos nuevos proyectos de Pesco tienen como objetivo brindar capacidades críticas con un mayor enfoque operativo”, lo que le lleva a explicar que están “incluidos los requisitos para la guerra de alta intensidad”. A su juicio, insiste, “no podemos construir una defensa europea más sólida sin garantizar que las fuerzas armadas europeas estén listas y bien equipadas para los desafíos futuros”. De ahí que, concluye, “hoy, Pesco está avanzando y, para 2025, más de 50 proyectos llegarán a su fase de entrega, mejorando la cooperación de defensa de la UE y la capacidad de acción de la UE”.
El nuevo paquete, en el que participan empresas de 15 Estados miembros de la UE (en el anterior eran 21) cubre seis dominios militares e incluye capacidades críticas como municiones, contraartillería y helicópteros de tamaño mediano. En concreto, una de las iniciativas se centra en el ámbito de entrenamiento, dos en el terrestre, tres en el marítimo, dos en el aéreo, dos en el cibernético/C4ISR (siglas en inglés alusivas a mando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento) y uno sobre habilitación
Los proyectos de esta quinta ola “ayudarán a aumentar la coherencia del panorama de capacidades europeo y brindarán beneficios operativos para las Fuerzas Armadas europeas”, según sus responsables. Se trata de iniciativas que van desde el desarrollo de nuevas capacidades militares y la identificación de necesidades futuras en áreas como futuros helicópteros militares y misiles lanzados desde el aire, hasta infraestructura de comunicaciones y entrenamiento conjunto para el transporte aéreo de defensa.
Tres iniciativas concluidas
De momento ya se han cerrado, coincidiendo con el inicio de 2023, tres de las seis decenas de proyectos que se habían puesto en marcha hasta el momento. Se trata de la iniciativa de apoyo de fuego indirecto (Euroartillery), la de centros de evaluación y prueba de la UE (Eutec) y la llamada Co-basing. Además, otros tres proyectos están en la fase en cierre. De los 68 aún en curso, 47 habrán llegado a la fase de ejecución en 2025. De ellos, 21 ya han llegado a esa fase.
Una importante novedad, que coincide con el lanzamiento del nuevo paquete de iniciativas, es que Dinamarca se ha sumado a las Pesco, varias semanas después de que se haya unido a la Agencia Europea de Defensa (EDA). Aunque de momento este país no participa en ninguno de los proyectos lanzados.
Naturaleza vinculante
A diferencia de otras formas de cooperación, la Pesco tiene una naturaleza jurídicamente vinculante con la veintena de compromisos asumidos por los Estados miembros participantes. Entre ellos se incluye aumentar el gasto en defensa; planificar y desarrollar capacidades militares junto con otros miembros, siempre que sea posible, y mejorar la interoperabilidad y el uso conjunto de las capacidades existentes.
Como parte de estos compromisos, los países implicados deben garantizar que los programas de cooperación y las estrategias de adquisición adoptadas por los países participantes tengan un impacto positivo en la denominada Base Tecnológica e Industrial de Defensa (BITD) de la UE.
Cada uno de los compromisos sale adelante con la cooperación de un grupo variable de Estados miembros participantes de la Pesco, y está coordinado por uno o más de esos países. En total hay 26 países adscritos a esta iniciativa, y por tanto susceptibles de formar parte de los proyectos. Se trata de Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Croacia, Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal. , Rumania, Eslovenia, Eslovaquia, España y Suecia.