El ministro de las Fuerzas Armadas francesas, Sébastien Lecornu, compareció el pasado martes en el Parlamento de su país, donde habló sobre la actualización del helicóptero Tigre a la versión Mk3 que Francia y España han acordado por un presupuesto estimado de casi 4.000 millones de euros. En su exposición, el ministro aclaró que el Tigre “seguirá volando hasta 2040-2045”, pero se planteó importantes dudas, como la posibilidad de acabar contando con “un superhelicóptero que ya está desfasado con los drones”, según sus palabras.
Francia ha llegado a considerar seriamente no incluir el programa de modernización de los helicópteros Tigre al estándar MkIII en su próxima ley de programación militar (LPM), como recogió Infodefensa hace un mes. Hasta el punto de que cuatro líderes de algunas de las principales compañías de la industria francesa de defensa (Guillaume Faury, de la constructora de aeronaves Airbus; Patrice Caine, de la multinacional de electrónica Thales; Olivier Andriès, de la firma de motores y otros sistemas de aviación Safran, y Eric Béranger, de la compañía de misiles MBDA) se han dirigido al propio Lecornu, para que defienda la continuidad del programa Tigre MkIII.
Los problemas que han tenido los helicópteros de ataque rusos en la actual guerra en Ucrania, donde las imágenes recogidas evidencian que ya han perdido casi 80 de unidades (entre Mi-24, Mi-35, Mi-28 y Mi-52), se apunta entre los motivos que empujan a París a reconsiderar la modernización de los Tigre. La decisión adoptada por Japón sobre su propia flota de helicópteros de ataque, que ha anunciado que los retirará para sustituirlos por aeronaves pilotadas a distancia, también añade dudas sobre el futuro de un programa al que el tercer socio del modelo europeo, Alemania, ha optado por no adherirse.
Berlín, que cuenta con 55 Tigre, podría incluso acabar adquiriendo helicópteros de ataque AH 64 Apache de la firma estadounidense Boeing. De hecho, hace dos años hizo llegar una solicitud de información (RFI) para su posible compra al Gobierno de Estados Unidos. Cuando se conoció la maniobra, en noviembre de 2021, las autoridades alemanas aclararon que de momento solo se trataba de una “recopilación de datos para ver qué hay en el mercado”, de modo que se pudiese ayudar a Alemania a “tomar su próxima decisión”. En todo caso, lo que es un hecho es que no se ha adherido a los planes franceses y españoles de mejorar la aeronave.
“Cuestionando el modelo”
En este contexto, Lecornu ha explicado que ha solicitado a las Fuerzas Armadas “que examinen si lo que se ha planteado para el ‘estándar 3’ del helicóptero se corresponde realmente a lo que se pretende tecnológicamente. También se ha referido al hecho de que únicamente se van a poder modernizar algunas unidades (42 de los 67 aparatos con los que cuenta Francia y 18 de los 24 españoles), por una cuestión presupuestaria. “El helicóptero es estupendo, pero sólo podemos actualizar unos pocos”.
“No estoy cuestionando el principito del ‘estándard 3’, estoy cuestionando el modelo tal y como existe”, ha afirmado, según recoge el medio francés Opex 360.