Estados Unidos estaba decidido -y aún lo está- a que Uruguay no le comprara patrulleros oceánicos a China y para impedirlo no solo promovió la opción de los buques noruegos sino que también ofreció al país sudamericano un jugoso paquete de asistencia naval, con el que resolver muchos de los problemas actuales de la Armada uruguaya. Así, ambos países han acordado la venta de dos aviones y cuatro helicópteros para patrulla naval, un buque remolcador y de salvataje de altura clase Powhatan, dos lanchas de apoyo, diez camiones de transporte general y unos 2.500 fusiles por 30 millones de dólares, el mismo valor que el Gobierno uruguayo desembolsará para hacerse con los tres navíos clase Nordkapp.
No han trascendido aún modelos de las aeronaves a ser recibidas pero la Armada utiliza aeronaves Beechcraft T-34C1 Turbo Mentor y B-200 Super King Air, como también helicópteros Agusta Bell 412 y Bell OH-58A Kiowa todos de fácil acceso en Estados Unidos.
La única información que se posee a la fecha es que de los cuatro helicópteros tres podrían ser de un modelo y uno de otro. A esto se suma que estarían avanzadas las negociaciones por el buque oceanográfico e hidrográfico Mount Mitchell, el que sería adquirido con fondos propios de la fuerza.
Recuperación de capacidades aeronavales
Con la adquisición de estas unidades, la Armada recuperaría sus capacidades aeronavales a un nivel muy superior al que ha tenido en los últimos 50 años, con cuatro aeronaves de patrulla marítima, tres de patrulla costera, dos de entrenamiento, cinco helicópteros de con capacidades de patrulla, búsqueda y rescate y potencialmente dos helicópteros de entrenamiento.
Paralelamente, la flota de mar comenzaría a recuperar capacidades, aunque con medios de segunda mano y relativamente antiguos, con tres patrulleros oceánicos (los noruegos) con desplazamiento similar a una fragata -pero armamento más modesto- y plataforma para helicópteros, tres lanchas de patrulla costera Marine Protector, un buque de rescate y remolque de altura clase Powhatan, un buque oceanográfico y lo que queda de la flota actual, el buque logístico ROU 4 Artigas, el buque de salvamento ROU 26 Vanguardia -al final de su vida útil-, el remolcador y buque de patrulla ROU 23 Maldonado y los dos barreminas clase Kondor II, que necesitan un sustituto en forma urgente junto a un puñado de embarcaciones menores.