Tras esperar varios meses por una confirmación oficial por parte del Gobierno de Uruguay sobre la compra de buques de patrulla oceánica, el gobierno de Xi Jinping ha iniciado una discreta avanzada diplomática para presionar al país sudamericano a que se apegue al resultado de la selección técnica que, en el marco de la licitación por dos de este tipo de embarcaciones, otorgó al astillero chino CSTC la mejor calificación, al ser el único de las tres firmas que se presentaron -las otras fueron Kership, propiedad de Naval Group, y Damen- que cumplía con todos los requisitos solicitados en el llamado a precios.
En ese sentido, el pasado 20 de enero, el Gobierno de China llamó al embajador uruguayo en Beijing para presentarle su posición con respecto a la compra, recalcando que China ve a Uruguay como a un país apegado a derecho y serio en sus negocios, por lo que se espera que el proceso siga encaminado sin inconvenientes.
Buques noruegos
El gobierno de Uruguay, por su parte, ha respondido a una solicitud de Noruega de enviar una señal diplomática de que está interesado en los tres buques clase Nordkapp que están en proceso de ser dados de baja, enviando esta semana al director general de secretaría del Ministerio de Defensa, Fabian Martinez para reunirse con funcionarios del Gobierno noruego.
Desde China se interpreta este movimiento como una cesión uruguaya a la presión ejercida por Estados Unidos para que no se adquiera material militar a ese país.
Proceso
El proceso de compra de los OPV uruguayos, que inició hace más de diez años, ha pasado por un sinfín de vicisitudes que han dejado mal parado al país a nivel internacional, con tres procesos competitivos fallidos, dos ganados por la firma alemana Lurssen y uno por la ya mencionada CSTC.
Durante el proceso, sistemáticamente el poder político uruguayo no tuvo la capacidad de decidir qué hacer o ni siquiera cómo hacerlo, generando malestar tanto a nivel de los astilleros que invirtieron tiempo y dinero en su participación en el proceso competitivo como también en los gobiernos de los países donde están instaladas estas empresas.
Malestar chino
Este mal manejo de la situación ha llegado a su cúspide con la afectación de las relaciones diplomáticas con el principal socio comercial de Uruguay, China, luego de que Estados Unidos ejerciese presión públicamente para evitar que el país comprase material de ese origen.
Adicionalmente, China recientemente habría manifestado su malestar con Uruguay por no enviar a ningún representante del Ministerio de Defensa al evento virtual Paz y Cooperación, del que participaron altas delegaciones de los ministerios de defensa de toda América Latina y el Caribe, pero al que Uruguay envió a último momento a su agregado comercial en la embajada de Uruguay en el país asiático ante una gestion de urgencia del embajador de China en Uruguay, tras haber declinado de participar en primera instancia. Ante esto, y como muestra de su insatisfacción, el gobierno chino habría iniciado el proceso para suspender la ayuda militar a Uruguay.