Tal día como hoy, 3 de diciembre, pero de 1842, Baldomero Espartero ordenó el bombardeo de la población civil en Barcelona para acabar con la sublevación contra su Gobierno. Ocurrió durante su regencia en el marco del reinado de Isabel II.
El Gobierno acató las órdenes de Espartero y realizó el bombardeo para acabar con la insurrección de Barcelona, que se extendía desde el 13 de noviembre y había obligado al Ejército a refugiarse en el castillo de Montjuic.
El bombardeo comenzó al medio día y finalizó su primera fase sobre las 14 horas. Se reanudó dos horas después y, sobre las 18 horas, los ciudadanos pidieron el cese de los bombardeos, finalizando a media noche tras llegar a un acuerdo.
El ataque incluyó el lanzamiento de 1.014 proyectiles. Un total de 462 edificios fueron destruidos o dañados y hubo entre 20 y 30 muertos. También hubo incendios en toda la ciudad, en un hospital cayeron cinco bombas y el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona quedó prácticamente destruido.
Las consecuencias del bomabrdeo fueron que la milicia insurgente se desarmó, hubo 18 detenidos y se fusiló a uno de sus comandantes. También se castigó a la ciudad con un impuesto extraordinario de 12 millones de reales para indemnizar a los militares muertos o heridos durante el bomabrdeo, así como para la reconstrucción de la Ciutadella.
Espartero también disolvió la Asociación de Tejedores de Barcelona y ordenó el cierre de todos los periódicos menos el Diario de Barcelona.