Las autoridades turcas han confirmado por primera vez su interés por el avión de combate europeo Eurofighter que, en los últimos meses, ha ido ganando posibilidades como consecuencia de la guerra en Ucrania. Turquía ha anunciado que comprará el caza desarrollado por Alemania, Reino Unido, Italia y España si Estados Unidos no le vende los F-16 que Ankara le solicitó hace un año.
Ibrahim Kalin, portavoz presidencial, ha revelado a la televisión turca NTV que el Gobierno ya mantiene negociaciones con Europa sobre esta operación. “Turquía nunca se quedará sin alternativas”, ha añadido, en referencia a los F-16 que el país pidió a Estados Unidos en 2021, y sobre los que aún no ha recibido una respuesta concreta, en buena parte por las trabas que el Capitolio (sede del Congreso de EEUU) está poniendo a la venta.
De acuerdo con el periódico The Eurasian Times, las fuerzas turcas cuentan en la actualidad con 270 F-16 C/D en servicio, con los que conforma el pilar de su aviación militar. Tras el malogrado acuerdo de adquisición de cazas F-35, que Estados Unidos vetó en el último momento como respuesta a la compra de sistemas de misiles rusos S-400 por parte de Turquía, Ankara ha tratado de reforzar su flota con la compra de otros 40 F-16 y 80 kits de modernización para otros tantos cazas de este modelo.
Ahora, tras un año sin noticias claras de EEUU y con una notable presencia rusa en el Mar Negro que inquieta a Turquía, como consecuencia de la invasión de Ucrania, las opciones del Eurofighter ganan terreno.
En un contexto en el que Ankara no mantiene buenas relaciones con Estados Unidos por la compra de los citados S-400 rusos, y en el que tampoco puede seguir adelante con proyectos de armamento de la mano de Moscú, con quien ahora se ha distanciado en cierta medida (sigue siendo un socio importante) como consecuencia de la guerra en Ucrania, su mirada se vuelve a Europa. El viejo continente puede ofrecerle con sus Eurofigther la solución apropiada para cubrir el hueco en capacidades que el país tendrá desde que a principios de la próxima década comience a retirar su actual flota de F-16, y mientras avanza el proyecto de caza indígena de próxima generación TF-X. La posible compra de cazas Eurofighter incluirá, en este marco, la contraprestación de adquirir al paso conocimientos tecnológicos para el futuro avión de combate turco.
Industria local
También se ha esgrimido, por parte de fuentes expertas, que la compra de los Eurofighter daría a la industria militar turca una ventaja en tanto desarrolla su propio TF-X. Lo que Turquía precisa es una solución capaz de realizar distintas misiones, de proporcionarle superioridad aérea, de interoperar con los sistemas de la OTAN y en especial con su actual flota de F-16 y la futura de TF-X.
Además, el avión europeo deberá poder operar con futuros sistemas de combate (el FCAS francés, alemán y español y el Tempest británico, en el que también participan Italia y Suecia) en unos escenarios complejos que precisan una tecnologías cuyas lecciones aprendidas también podrían beneficiar al programa TF-X turco.
También facilita la posible adquisición de Eurofighter el refuerzo de sinergias entre empresas turcas y europeas que generaría. La británica BAE Systems, socia junto a Airbus y Leonardo del Eurofighter Typhoon, ya colabora con Turkish Aerospace Industries (TAI) en programa del TF-X, como también lo hace la también británica Rolls Royce. Algunos expertos señalan la posibilidad de que los eventuales Eurofighter turcos acaben ensamblándose en el país, para lo que deberá contar con el acuerdo de los cuatro países socios del programa.