El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón, ha asegurado este martes que, a su juicio, no sería necesario un gran pacto de Estado en Defensa, si finalmente se materializa el aumento del presupuesto. “No hace falta”, apuntó, siempre y cuando el incremento anunciado sea una realidad.
El almirante defendió en un desayuno informativo en Madrid que “la situación óptima” tanto para las Fuerzas Armadas como la industria de defensa sería contar “un escenario presupuestario previsible y estable” que permita “planificar y sincronizar la obtención y el sostenimiento con los recursos disponibles”.
Las declaraciones del Jemad se producen en pleno debate sobre el aumento del presupuesto de Defensa, anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. López Calderón es además el primero de la cúpula militar en pronunciarse públicamente sobre este tema. Aunque no entró directamente a valorar la necesidad de llegar al 2% del PIB en Defensa, el almirante sí recordó que este incremento acordado con la OTAN representaría “casi duplicar el presupuesto actual”.
El almirante comentó que, no solo España, sino el resto de países aliados están convencidos de la necesidad de alcanzar ese porcentaje para “generar una defensa creíble tanto en el ámbito de la Alianza Atlántica como en la Unión Europea”. “El anuncio del presidente del Gobierno marca, sin duda, un punto de inflexión”, apuntó el Jemad, aunque fue prudente y puso de relieve la delicada situación económica derivada principalmente de la invasión rusa de Ucrania.
Ucrania y el planeamiento
El Jemad reconoció que la guerra en Ucrania ya afecta al proceso de actualización de las Fuerzas Armadas. “Las imágenes de Ucrania dejan patente que una disuasión efectiva que, sin duda es cara, es lo más eficiente, pues si esa disuasión falla el conflicto armado es más caro. Y si además el conflicto armado se pierde el coste es inasumible”, destacó.
La disuasión, explicó, pasa en la actualidad por estrategias de "anticipación y prevención", donde resulta fundamental las operaciones multidominio, en las que también intervienen otros poderes del Estado como el financiero y el diplomático, y la superioridad de la información. Para ello, hay que tener “un potente sistema de inteligencia, vigilancia y reconocimiento para contrarrestar actuaciones en la zona gris”, además de contar con el apoyo de las nuevas tecnologías digitales.
Industria, vital en el espacio y el ciberespacio
Defensa también ha puesto el foco en el espacio y el ciberespacio. “No podemos quedarnos atrás en estos ámbitos”, alertó. Hay que desarrollar, continúo, capacidades “no solo de vigilancia”, sino también “activas”.
En este proceso, el almirante resaltó que la industria de defensa juega un papel clave. “Prácticamente, nada se puede hacer sin la aportación de la industria de defensa”, manifestó. El sector aporta “soberanía” y “tiene que estar” en los nuevos desarrollos en ámbitos como la ciberdefensa, espacio o el cognitivo. En ciberdefensa, por ejemplo, López Calderón señaló que la colaboración entre el ámbito civil, empresas principalmente, “más avanzado”, y el militar, es fundamental. “No pueden desconectarse”, dijo. Y además hizo hincapié en el papel que actores como Anonymous están teniendo en la guerra en Ucrania.
“En espacio pasa lo mismo”, continuó, mientras que en el “espacio cognitivo” serán claves herramientas como la inteligencia artificial o el análisis de datos para gestionar un "volumen de información inmanejable para el ser humano”. En ciberdefensa insistió en que las Fuerzas Armadas necesitan más personal en todas las áreas: ciberprotección, ciberexplotación y ciberataque.
Sostenimiento de capacidades convencionales
Si finalmente el incremento presupuestario se materializa, López Calderón recordó que existe un planeamiento militar con una lista de prioridades a acometer. La creación además de un marco presupuestario, puntualizó, permitirá sincronizar las necesidades con la industria o al menos que las empresas pudieran saber qué necesitan los Ejércitos y la Armada en los próximos años para hacer su propio planeamiento “en condiciones de seguridad que ahora mismo no tenemos”.
Por último, advirtió que “no solo hay que seguir dotando a las Fuerzas Armadas de medios tecnológicamente avanzados, sino también mantener las capacidades convencionales y sobre todo sostenerlas adecuadamente”.