Las presiones de Estados Unidos a Polonia han dado sus frutos. Finalmente, Varsovia va a poner en manos de Washington su flota completa de aviones de combate MiG-29, en torno a una treintena de aparatos, de modo que se abre el camino para su posterior transferencia a la Fuerza Aérea ucraniana. El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Polonia ha anunciado este martes por la tarde oficialmente que va a “desplegar, de forma inmediata y gratuita, todos sus aviones MiG-29 en la Base Aérea [estadounidense en Alemania] de Ramstein y ponerlos a disposición del Gobierno de los Estados Unidos de América”. A cambio, “Polonia solicita a EEUU que nos proporcione aviones usados con las capacidades operativas correspondientes”, añade el comunicado.
De este modo culmina la estrategia que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, explicó apenas horas antes que estaban desarrollando para conseguir aviones disponibles para Ucrania de factura soviética, de modo que sean familiares para los pilotos del país invadido por Rusia, a cambio de aparatos norteamericanos.
Aunque la nota oficial del ministerio polaco no cita en ningún momento la posibilidad de que los MiG-29 vayan a acabar prestando servicio en Ucrania, parece claro que se trata de una vía para que así sea. La fórmula empleada evita que la transferencia a Kiev la haga directamente Varsovia, con lo que se vence el temor de esta última a la reacción de Moscú.
De hecho, además de proporcionar su flota completa de MiG-29 a Estados Unidos, “el Gobierno polaco también solicita a otros aliados de la OTAN, propietarios de aviones MIG-29, que actúen en la misma línea”, informa el texto del ministerio.
Eslovaquia y Bulgaria
Dentro de la OTAN, Eslovaquia y Bulgaria también cuentan con aviones susceptibles de enviarse a Ucrania (Eslovaquia tiene una docena de MiG-29 y Bulgaria otros 16). Hasta ahora ninguno se ha mostrado interesado en hacerlo, aunque tampoco hasta ahora lo había hecho Polonia. De hecho, el propio presidente polaco, Andrzej Duda, llegó a afirmar la semana pasada que su país no iba a suministrar aviones a Kiev, y el primer ministro, Mateusz Morawiecki, insistió el domingo en que su Gobierno “no enviará aviones de combate a Ucrania ni permitirá usar sus aeropuertos”, antes de recordar que ya “ayudamos significativamente en muchas áreas”.
En realidad, con la maniobra anunciada ahora, los cazas pueden acabar en manos de las fuerzas ucranianas sin que el Gobierno polaco se los haya transferido, como había afirmado que no iba a hacer.
Condiciones de compra de inmediato
Varsovia ya tenía previsto sustituir su flota de cazas MiG-29 por aviones occidentales, sobre todo desde que en 2014 comenzaron las hostilidades entre Rusia y Ucrania. En este contexto, Polonia acordó a principios de 2020 la adquisición de 32 aviones de combate de quinta generación F-35 a Estados Unidos por más de 4.000 millones de euros. Ante la necesidad ahora de realizar el cambio “de forma inmediata”, como apunta la nota oficial polaca, los aparatos que el país “solicita a los Estados Unidos” son aviones usados listos para entrar en servicio. Con vistas a agilizar los trámites, “Polonia está lista para establecer de inmediato las condiciones de compra de los aviones”, concluye el comunicado.