En esta segunda y última parte de la entrevista, el jefe del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) de Argentina, general de brigada Edgar Calandín, comentó a Infodefensa.com cuales son los principales proyectos que se están realizando en el continente blanco en el marco de la actual Campaña Antártica de Verano.
Además, Calandín destacó que Argentina "tiene la capacidad, en cuanto a infraestructura, medios y conocimiento científico y logístico para brindarles servicios de apoyo y ser la cabeza de los desarrollos latinoamericanos en la Antártida".
¿Cómo se lleva a cabo la conversión de la Base Petrel en base permanente?
Ese es, desde hace años, un anhelo de todos los antárticos argentinos, la reconversión de la Base Petrel de temporaria a permanente. Esta base nos va a permitir tener una plataforma multimodal que permita enlazar dos nodos logísticos de transporte naval y aéreo, en una misma plataforma y que sea realmente una puerta de entrada en el núcleo Ushuaia-Petrel. Las características de Petrel entre otras cosas es que tiene una pista casi natural, y la costa permite la concepción de un muelle, con facilidades desde el punto de vista presupuestario, que va a poder desarrollar una base. Estamos desarrollando y planificando una base sustentable, moderna, con las mejores facilidades que tienen las mejores bases en la Antártida.
¿Cuánto tiempo durarán los trabajos?
El proyecto Petrel es un proyecto a 4/5 años, dependiendo de las cuestiones presupuestarias. Este año hemos enviado la primera dotación que va a invernar, y ya está allí. En noviembre fue un grupo adelantado, luego una dotación menor de aproximadamente 20 hombres. Para la fase 1 del proyecto, a realizar en la CAV 2021-2022, se realizarán todos los estudios de impacto ambiental, para eso está la gente de la dotación y del Instituto Antártico Argentino (IAA) que son los especialistas que hacen el estudio para elevarlo a los foros internacionales que son los que dan la autorización necesaria para poder continuar con los trabajos, en el marco del sistema del Tratado Antártico y del protocolo de Madrid.
¿Qué trabajos se están realizando actualmente?
La evacuación y mitigación de los residuos de la base quemada que están todavía en la zona, la demolición de una parte de la casa que quedó en pie y poner en condiciones de habitabilidad lo que era la casa de emergencias. En toda base, por temor al fuego, siempre hay una casa principal y una casa de emergencia que está en apresto por si hay alguna emergencia. Hoy en Petrel, como la casa principal se prendió fuego, queda la de emergencia. Ponerla en condiciones, significa que hay que poner el sistema de agua, cloaca, generación eléctrica, calefacción. Además, comenzar con los trabajos de reparaciones del hangar. La base cuenta con un hangar que es casi el doble del que tiene la Base Marambio en la actualidad, lo que nos va a permitir un avión mediano y dos helicópteros medianos todo adentro del mismo. Gente de la Fuerza Aérea está realizando toda las mediciones y las necesidades de trabajo a desarrollar en el 2023 para la habilitación y preparación de la pista. Mientras que la Armada está haciendo todas las mediciones, la batimetría, con el Servicio de Hidrografía Naval, para determinar la mejor ubicación y las características del muelle más apto para esta zona. Eso este primer año.
¿Cuál es la relación del Cocoantar con otras organizaciones?
Nosotros tenemos una relación de pares con la Dirección Nacional del Antártico que depende del IAA. Ellos sacan el Plan Anual Antártico donde se detallan todas las actividades que se van a realizar en la Antártida y nosotros sacamos el Plan de Campaña, todas las actividades que tenesmos que realizar para apoyar ese Plan Anual Antártico. Dentro de este plan hay distintas organizaciones que tienen exigencias que las incluyen en el Plan Anual Antártico o tareas de mantenimiento que van al plan de campaña.
¿Qué relación existe con el resto de los países que tienen presencia en la Antártida?
También nos relacionamos con distintos países que tienen necesidades logísticas que piden a través de cancillería que le brindemos cierto tipo de servicios. Cancillería nos da el visto bueno desde el punto de vista político, normalmente sí a todos, y una vez que cancillería da el visto bueno nosotros hacemos las coordinaciones logísticas pertinentes. Este año estamos apoyando logísticamente parte de las actividades de Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala, España. Les brindamos apoyo en distintas bases y con distintas unidades navales para su desarrollo del programa antártico. Esto es lo que yo llamo ejercicio pleno de la soberanía, saber que Argentina es soberana mediante el desarrollo de sus actividades. Es algo que te da mayor legitimidad en el contexto internacional. Soberanía es poder hacer.
¿Se concretó el proyecto para proporcionar servicios de comunicación e informática a todas las bases antárticas? Tengo entendido que en la última CAV se llevaron a cabo las mediciones para determinar la factibilidad de este proyecto.
Este Comando contrataba el servicio de internet a una empresa civil, un servicio caro. Al venir del ejército y sabiendo que el ejército tiene su telepuerto donde está lo que se conoce como el sistema satelital de la defensa, solicité que migráramos de la empresa civil al sistema satelital de la defensa con el telepuerto de ejército, que utiliza el satélite ARSAT-1. Estaban las factibilidades, como antes de esta empresa privada estaba ARSAT, los equipos que había eran compatibles con el sistema satelital de la defensa. Hoy a excepción de la Base Orcadas, todas las bases están integradas al sistema satelital de la defensa. Para el año que viene ya están pedidos los equipos para que todas las bases estén conectadas al sistema satelital de la defensa. Este ha sido un logro interesante en el ejercicio de la soberanía, aparte de mejorar la eficiencia en cuanto a costos, y de mejorar el ancho de banda que me entregaban la empresa.
Otro proyecto es la instalación de dos sistemas de antenas en la Base Belgrano II junto a CONAE ¿En qué estado se encuentra este proyecto?
Estamos posicionando antenas para el proyecto Saocom de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae). Iniciamos la fase 1, que es hacer las bases de las antenas. Se que la Conae compró las antenas, y el año que viene vamos a avanzar en la fase 2 de llevar e instalar la primera antena, que no va a ser una tarea sencilla.
¿Se sabe en qué estado se encuentra el Twin Otter accidentado en la CAV 2019?
El año pasado sacamos el Twin Otter que se había accidentado en la CAV 2019, lo replegamos y recuperamos ciertas partes que estaban en condiciones. El fuselaje no servía más por el impacto que había tenido y se lo trajo de nuevo al continente y ciertas partes se reutilizaron. Terminando el repliegue del Twin Otter, a principios de enero, tuvo un desperfecto el otro Twin Otter y utilizamos partes recuperadas para repararlo. En una de las tareas de apoyo a la ciencia, en la Barrera de Larcen C, cuando iban a ver un equipo automático, el Twin Otter entró en una grieta al despegar y tuvo un desperfecto, ahí quedó. Estábamos en el límite de las medidas de seguridad de sacarlo. Estaba avanzada la campaña, no pudimos llegar con el rompehielos. Era poner en riesgo los helicópteros, extenderse en horarios que los vientos catabáticos comienzan a ser de mayor intensidad, las horas de luz se acortan. Eso hizo que hiciéramos un estudio preliminar de factibilidad y fuera negativo.
¿Es posible la recuperación del mismo?
Este año estuvimos insistiendo para hacer el repliegue. Se consiguieron cartas de navegación para que llegara el rompehielos, y vamos a hacer el reconocimiento para que en la campaña del año que viene ver qué sirve. Si sirve para volver a volar lo vamos a replegar de una manera, si no sirve para volver a volar vamos a replegar todas las partes útiles que pueden ser reemplazadas y hacer el desguace del fuselaje, pero no es algo que esté definido. Estamos en el proceso de detalle, el viernes 25 tenemos la segunda reunión para la operación evacuación del Twin Otter con especialistas de la Fuerza Aérea, del Área Material Quilmes, del componente naval para tratar de ser lo más eficiente posible en el menor tiempo para que no afecte la campaña. Estas cosas afectan la campaña porque tenés muchos medios avocados ahí. Para hacer una tarea tenés que tener márgenes de seguridad distintos a los que tenés acá en el continente.
¿Cómo se va a suplir las tareas que realizaban?
Los Twin Otter están siendo reemplazados por los Bell 212 y Bell 412, no es lo que uno desearía. No es que no sirvan, pero hacen tareas más acotadas. ¿Cuál es el anhelo? Los Mi-17, pero el Mi-17 está bajo los embargos a Rusia. Está el dinero para repararlo en Francia y no se puede hacer la transferencia para que no quede como dinero embargado. Hay reparaciones de piezas que las tienen que hacer los rusos, pero la reparación se hace acá en Quilmes. Hay un anhelo para que en la CAV 2022-2023 tengamos el Mi-17, pero estamos atrasados con eso.
¿Cómo fue tomado en el Comando Antártico la decisión de que Tandanor construya un buque polar para apoyar al Irizar?
Todo lo que a mí me den soy feliz. Si tenés dos vehículos para hacer el mismo flete es más fácil, más rápido, más eficiente. Evidentemente el rompehielos no es el medio más eficiente para el trasporte en el norte de la península porque no lo necesitas. Para eso utilizas otra cosa más chica, el buque polar. El rompehielos está para ir al sur de la Antártida, a la Barrera de Larsen, Mar de Weddell, Belgrano, San Martín, pero tenés restricciones, porque el único medio apto para todo momento es el rompehielos. Restricciones porque lo tenés que usar en diferentes lugares. Si tenés el buque polar podés cubrir Marambio y a la vez Belgrano, en lugar de estar cuatro meses con unidades navales desplegadas, lo podés acotar en dos meses y ahí tenés la eficiencia. Siempre lo veo bien tener el buque polar, me gustaría tener otras cosas.
¿Cómo se tomaron los vaivenes ante la posible incorporación del Aurora Australis?
Era una alegría poder tener otro rompehielos y más que venía gratis. Era un buque que tenía cierta analogía con nuestro rompehielos. Estábamos todos felices y después tuvimos la decepción de que no vino. En el caso mío como comandante, la felicidad duró hasta que me llegó la idea a la cabeza de que iba a necesitar más plata para mantener los dos buques. En teoría estaba llegando el buque, pero el presupuesto era para un solo buque. Las fricciones en la actividad Antártica en el planeamiento forman parte de la tarea. Son fricciones porque todos queremos cumplir la misión de la mejor manera. Dentro de estas fricciones de trabajo de Estado Mayor somos de la organización naranja, tratamos de no ver las cosas de verde, celeste o blanco, nuestro problema es la Antártida.
Entrando en el plano hipotético y relacionado al tema de ejercer la soberanía sobre la Antártida ¿Existe alguna previsión hecha ante el eventual fin del Tratado Antártico?
Te puedo hablar de anhelos, eso es del nivel de la Dirección Nacional del Antártico o de Cancillería. Estamos tratando de hacer ahora una reunión en el primer semestre entre los dos ministerios para avanzar en este tipo de proyectos. De generar estudios de mediano plazo. Nosotros hemos iniciado con este plan director de evolución antártica que va de la mano de las necesidades. Tengo que evolucionar con mi infraestructura y mis medios de acuerdo a las cuestiones que quiero hacer en el corto y mediano plazo. Inicialmente es fácil, eso se hace, la agencia logística escucha nuestro pedido, los tramita y los hace. Muchas veces es difícil gastar la plata porque el empresario no está a la altura de lo que va a hacer. Por eso la oferta que llega no es la más conveniente. Por ejemplo, fuimos a Tandanor e hicimos el pontón porque no había oferta de uno con las necesidades que teníamos para bajar las maquinas en Base Petrel. Tandanor nos escuchó e hicimos un trabajo conjunto con ellos. Entre la agencia logística, el Cocoantar y Tandanor logramos este producto que es robusto, económico, confiable y seguro, es algo que diseñamos acorde a nuestras necesidades para poder desarrollar la logística con los medios que tenemos en tierra. Participamos en los foros y todos tenemos en nuestra mente a donde queremos apuntar y el ejercicio soberano en la Antártica. A mí, particularmente, me desvela avanzar sobre la Antártida profunda. Si ves el despliegue argentino está en el norte de la península por la concepción inicial naval que tuvo la actividad antártica. Pero creo que la clave está, como están haciendo los países desarrollados, en avanzar sobre la Antártida profunda, ahí la clave en el 2050, va a ser todo ese desarrollo en el cordón alrededor del polo.
¿Cuáles son los principales desafíos del Comando Antártico a futuro?
Yo creo que la Argentina tiene que materializar su ejercicio soberano, ser la cabeza de la Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos (Rapal). Creo que Argentina tiene la capacidad en cuanto a infraestructura, medios y conocimiento científico y logístico para brindarles servicios de apoyo y ser la cabeza de los desarrollos latinoamericanos en la Antártida. Logísticamente este Comando brinda no solamente todos los servicios logísticos a nuestros programas antárticos sino también a los programas antárticos latinoamericanos, y ahí entra Ushuaia-Petrel. Tener así una puerta de entrada que cree las condiciones para brindar servicios a todos estos países o a otros países.
¿Cuáles son las fortalezas de Argentina en la Antártida?
La mayor fortaleza de la Argentina es que estamos a 1.000 kilómetros, un ejemplo fue que tuvimos un caso de Covid en Base Esperanza y a nadie le llamó la atención que los sacamos de la base, partiendo a las 8 de la mañana hacia Base Esperanza con el Hercules y a las 22 horas estaban en el Hospital Militar Central en Buenos Aires. No hay ningún país en el mundo que pueda poner en su capital gente de la Antártida. Argentina lo puede hacer y con medios acotados. La capacidad profesional es otra fortaleza de la Argentina. Muchas veces no se valora, pero son fortalezas que tiene el país y nosotros apuntamos a mantenerlo. Muchas veces es difícil mantenerlo cuando tenés presupuesto acotado. Se sintió mucho no tener el rompehielos 10 años operativo. Llegó un momento que las tripulaciones no estaban adiestradas porque hacía 10 años que no se navegaba, hoy ya podemos decir que tenemos tripulaciones adiestradas. En el norte de la península el rompehielos de mayor envergadura que trabaja de forma permanente es el nuestro.
¿Y los objetivos para los próximos años?
Como objetivo el Cocoantar se propone hacer una red de refugios y campamentos compatibles con las necesidades de la ciencia y del ejercicio soberano hacia el sur. Crear un nodo que permita satisfacer necesidades en toda la Antártida. Ir avanzando y hacer una ocupación efectiva de la Antártida, que muchas veces no se la vincula con el ejercicio soberano. Nosotros tenemos que tener la capacidad de ir a todo el sector que reclamamos como nuestro.