Los primeros helicópteros de ataque que Turquía ha vendido al exterior no han llegado en septiembre, como estaba previsto, pero sí lo van a hacer este mismo año, según han anunciado las Fuerzas Aéreas de Filipinas (PAF). El país asiático es en realidad el segundo cliente de exportación del T129, desarrollado por Turkish Aerospace Industries (TAI) sobre la base del modelo italiano A129 Mangusta, que es el primer helicóptero de ataque desarrollado totalmente en Europa Occidental.
Sin embargo, Manila va a recibir antes los seis T129 que ha encargado porque Estados Unidos ya ha concedido la correspondiente licencia de exportación que va a permitirlo. Al contrario que Pakistán, que pese a haber comprometido hace ya tres años una treintena de aparatos de este modelo, aún no ha obtenido este permiso.
De momento no han trascendido más detalles sobre la entrega de las primeras unidades a Filipinas, que encargó su media docena de aparatos por 12.900 millones de pesos, lo que al cambio actual supone algo menos de 230 millones de euros.
El T129 va a ser el primer helicóptero de ataque que operará Filipinas. El desarrollo de este aparato es fruto de la colaboración entre la turca TAI y la italiana AgustaWestland, propiedad de Leonardo.
Motor britano-estadounidense
TAI entregó el primer helicóptero de ataque avanzado y reconocimiento táctico T129 Atak a las Fuerzas Armadas de Turquía en abril de 2014. El programa se inició en 2007 y contempla el desarrollo y la producción en ese país de 91 unidades. TAI también dispone de los permisos necesarios para poder exportarlo, incluido su motor turboeje CTS800, desarrollado por la multinacional estadounidense Honeywell y la británica Rolls-Royce, a través de la empresa conjunta LHTEC. De ahí que sea necesario acordar con Estados Unidos los suministros a Filipinas y Pakistán, si bien de este último no ha recibido aún la pertinente autorización norteamericana.
Tras el desarrollo del T129 Atak, TAI comenzó a trabajar en una nueva variante de mayor tamaño y más pesada que el T129, denominada Atak 2, en cuyo desarrollo optó por prescindir de ayuda extranjera, aunque se base en la experiencia técnica y operativa obtenidas a partir del T129.