El Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (Ezapac) y el Ala 23, unidad que opera los RPAS Predator B, han llevado a cabo recientemente un ejercicio de adiestramiento para mejorar las capacidades de operaciones especiales del Ejército del Aire.
Aunque el Ezapac posee experiencia previa en el empleo de medios ISR similares en zona de operaciones, esta ha sido la primera ocasión en la que se ha simulado una misión de operaciones especiales conjuntamente con el Predator B del Ala 23.
El Ejército del Aire explica que el adiestramiento consistió en una misión de recuperación de personal. Para ello, se contó con la presencia del Predator B que, desde una altura de 25000 pies (unos 8500 metros), proporcionó al equipo operativo de extracción la facultad de identificar la situación y posición exacta del piloto derribado, con anterioridad a la inserción del equipo operativo.
Una vez insertado este sobre el terreno, se hizo un reconocimiento de la ruta a seguir y de los puntos sensibles por los que han progresado, advirtiendo de la presencia de fuerzas enemigas en la zona y mejorando la seguridad de las fuerzas propias. Con esta monitorización de la zona y la imagen del RPAS en sus dispositivos, el equipo operativo consiguió llegar hasta el objetivo, proveerlo del apoyo sanitario de combate y extraerlo con un convoy de vehículos igualmente escoltado por el Predator B hasta una zona específica, donde helicópteros del Ala 48 lo trasladaron de vuelta a territorio nacional.
Misiones del Ezapac
La integración del poder aeroespacial con las unidades de superficie y de operaciones especiales (Special Operations Air-Land Integration, Soali) es el principal valor añadido que el Ezapac proporciona en este campo. Lo hace través de cuatro funciones o cometidos Soali: el apoyo aéreo cercano y el control táctico de combate, la recuperación de personal aislado en territorio hostil (Personnel Recovery, PR) y el uso de medios de inteligencia, reconocimiento y vigilancia (ISR).
“Esta última función es fundamental para las operaciones especiales, que requieren de inteligencia detallada, tanto para el planeamiento como para la ejecución y el reconocimiento tras una misión”, destaca el Ejército del Aire.