La mayor parte de los casi 2.850 millones de euros destinados a Programas Especiales de Armamento (PEA) en el borrador del presupuesto del Ministerio de Defensa de 2022 irán a parar a seis programas: el caza de combate Eurofighter, el avión de transporte A400M, el submarino S-80, el helicóptero NH90, el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) y el carro de combate Leopardo.
El departamento que dirige Margarita Robles destinará a estos programas 2.104 millones de euros repartidos de la siguiente forma: Eurofighter y apoyo logístico al caza, 593,8 millones; el A400M, 379 millones; el S-80, 340 millones; el NH90, 250,4 millones; el FCAS, 274 millones; y el Leopardo, 267,7 millones. Este último, experimenta un aumento especialmente significativo respecto a los 56,5 millones de este 2021.
En total, el ministerio financiará 15 proyectos a través del capítulo 122B Programas Especiales de Modernización. Si los agrupamos por ejércitos, los proyectos del Ejército de Tierra recibirán 563,1 millones; los del Ejército del Aire, 1.368,8 millones; y los de la Armada, 664,7 millones. Los 250,4 millones restantes corresponde al NH90, un programa transversal.
Además de los seis programas ya citados, el ministerio invertirá en otros nueve: avión multipropósito MRTT (122 millones), BAM-IS (58 millones), helicóptero de transporte Chinook (131 millones), Vehículo de Combate sobre Ruedas 8x8 (30 millones), fragata F-110 (131 millones), BAM (54 millones), Pizarro Fase II (65,7 millones), Tigre (68,7 millones), y fragata F-100 (81,6 millones).
Tanto el MRTT como el BAM-IS son programas aprobados este año que ya cuentan con presupuesto para el presente ejercicio. En el caso de las fragatas F-100, el último pago registrado tuvo lugar en 2020, por lo que la inversión aprobada ahora podría corresponder a una primera partida para la modernización de media vida prevista por la Armada.
Defensa explica que algunos de estos programas están cerca de su fase final de producción, aproximándose a alcanzar la plena capacidad operativa, como son el Helicóptero Tigre y EF2000 al haber recibido todos los aparatos contratados en 2020. “Este hecho implica un aumento de las necesidades de apoyo logístico, pero además nuevas capacidades que son necesarias para ajustarse a la evolución de las amenazas, así como mantener los requisitos comunes de la flota a los socios del Programa en aquellos programas internacionales”.
Asimismo, añade, se continúa con el análisis financiero de cada uno de los programas de adquisición, buscando soluciones dentro de las disponibilidades financieras y, con objeto de fortalecer la función de control y supervisión de los citados programas Especiales, se revisará el modelo de dirección centralizada y ejecución descentralizada, avanzando en el fortalecimiento del control de los programas de una forma integral.