El Gobierno ha autorizado al Ministerio de Defensa la celebración del contrato con Navantia para la construcción del nuevo buque de intervención subacuática (BAM-IS) de la Armada por un valor estimado de 166,5 millones de euros.
El contrato comprende tanto la construcción del buque, como la adquisición e integración de los equipos de intervención subacuática. El astillero de Navantia en Puerto Real, especializado en buques de gran tamaño, llevará a cabo los trabajos.
Actualmente, el buque de salvamento y rescate Neptuno de la Armada es el principal responsable de las operaciones más complejas de intervención subacuática, tanto en el ámbito específico de la Armada (guerra de minas, reparaciones, rescate y salvamento de submarinos, entre otras), como en colaboración de ésta con otros organismos del Estado (operaciones de buceo de cierta entidad o dificultad, conservación del patrimonio arqueológico subacuático, recuperación de pecios, etc.).
Esta embarcación está llegando al final de su vida operativa, destaca Defensa, por lo que es imprescindible iniciar la construcción de un nuevo buque que lo sustituya para dar respuesta a este tipo de operaciones.
Y apunta: “El nuevo buque cubrirá las necesidades futuras que se puedan derivar de nuevos escenarios operativos en los que se requiera el empleo de los sistemas de rescate de submarinos de la OTAN y las nuevas misiones que se le asignen como contribución de la Estrategia de Seguridad Marítima”.
En concreto, el futuro BAM-IS tendrá entre sus misiones operaciones de buceo, salvamento, apoyo al rescate y rescate de submarinos siniestrados, intervención y rescate en accidentes y naufragios y vigilancia y monitorización del patrimonio subacuático.
1,3 millones de horas de trabajo
Navantia informa de que este proyecto supondrá más de 1,3 millones de horas de trabajo en la Bahía de Cádiz. La obra del BAM-IS, incluidos los trabajos de ingeniería, generará alrededor de 1.100 empleos durante tres años y medio, sumando empleo directo, indirecto e inducido. Casi 160 serán empleados directos de Navantia, unos 300 corresponderán a industria colaboradora y otros 660 se generarán en suministradores y otras empresas.
En términos económicos, generará durante tres años un valor añadido directo e indirecto para la economía de aproximadamente 54 millones de euros anuales, y una demanda agregada de 159 millones de euros anuales. La compañía afirma además que “la construcción de este buque supone un desafío desde el punto de vista de la integración de los sistemas, sensores y equipos que debe llevar para abordar su amplio rango de misiones”.
“Se espera que los buques con capacidad de intervención subacuática sean un producto con una demanda internacional creciente dado el aumento previsto en el número de submarinos”, concluye.