Rabat ha dado un paso más en su escalada de obtención de drones de ataque. Si el pasado diciembre trascendió la operación marroquí para adquirir cuatro aeronaves no tripuladas estadounidenses MQ-9B Seaguardian armadas y hace unos días el país comenzó a recibir los primeros de los 13 drones de combate encargados a Turquía Bayraktar TB2, ahora se ha conocido un nuevo acuerdo en ciernes con otro líder del desarrollo de este tipo de sistemas de combate del mundo: Israel. Esta vez ya no se trata de la compra de más aeronaves, sino que directamente consiste en la coproducción de drones que no necesitarán ir armados porque ellos mismos actuarán de proyectil.
Marruecos e Israel preparan la fabricación conjunta de material militar, como misiles de corto y medio alcance, vehículos blindados y carros de combate, según una información publicada por Defense News, que cita al experto militar Mohammad Shkeir. Además se contempla la coproducción de drones militares en un acuerdo que aún debe oficializarse, lo que previsiblemente ocurrirá próximamente durante una visita del titular israelí de defensa tras la formación del nuevo gobierno en Marruecos, pendiente tras las elecciones legislativas de hace un mes. Los comicios dieron la victoria al partido liberal Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI) y han supuesto la gran derrota de los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo, que ya sumaban una década en el poder.
Marruecos acordó el año pasado con el expresidente estadounidense Donald Trump establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel a cambio del reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara Occidental por parte de Estados Unidos. Precisamente Rabat prevé emplear estas nuevas armas en gran medida contra el Frente Polisario, que controla un tercio de los territorios de la antigua colonia española del Sáhara Occidental. La mayor parte está en manos de facto de Marruecos, si bien no existe un reconocimiento internacional pleno que respalde la titularidad marroquí del territorio.
De acuerdo con Shkeir, ya se han enviado a Marruecos cuatro drones Hermes 900 para su uso probable como munición merodeadora, o dron kamikaze, a lo largo de los 2.700 kilómetros de muro que Rabat construyó en el desierto para tratar de mantener a raya al Frente Polisario. En el punto de mira posible de estas armas también se encuentra Argelia, donde se encuentran refugiados los antiguos habitantes del Sáhara Occidental que en los años 1970 huyeron de la adhesión marroquí, a la que siguió una guerra abierta, y con quien en las últimas semanas se ha incrementado la tradicional rivalidad de ambos países del Magreb.
Las aeronaves kamikazes deben demostrar su buen desempeño operativo para que Marruecos inicie su producción, según la fuente, que señala a la compañía local Bio Cellular Design Aeronautics por su experiencia en la fabricación de drones.
Marruecos está inmerso en un amplio proceso de compras militares que le llevó solo el año pasado a incrementar en un 30% sus adquisiciones de defensa.