El gasto militar mundial en 2014 fue de 1,8 billones de dólares (1,662 billones de euros al cambio actual). La cifra supone un 0,4 por ciento menos que en 2013, en términos reales. Se trata del tercer año consecutivo de bajada de unas cifras que en todo caso siguen bastante niveladas en buena medida por el aumento de las partidas militares dedicadas en Asia y Oceanía, Oriente Próximo, Europa del este y África, que compensaron las reducciones experimentadas en Estados Unidos y en Europa Occidental. Por su parte América Latina se mantuvo estable.
El Instituto de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (Sipri) ha actualizado sus registros sobre el gasto en armamento en los diferentes países del mundo y ofrece unos cálculos basados en términos reales (a precios constantes de 2011) para poder conocer su verdadera evolución en los últimos cinco años.
Estados Unidos continúa liderando el listado de países que más invierten en armamento con casi 610.000 millones de dólares (más de 560.000 millones de euros), a gran distancia del resto, aunque redujo su volumen un 6,5 por ciento en 2014. Le siguen, en pleno ascenso, China (en torno a 200.000 millones de euros), Rusia (casi 84.500 millones de dólares) y Arabia Saudí (más de 80.000 millones de euros).
El jefe del proyecto de Gasto Militar del Sipri, Sam Perlo-Freeman, se muestra crítico con los incrementos experimentados en determinadas áreas. “Mientras que el gasto militar mundial total no ha variado mayoritariamente, algunas regiones, como el Próximo Oriente y gran parte de África”, explica, “continúan viendo un rápido crecimiento que supone unas cargas cada vez más altas en muchas economías”.
“Corrupción e intereses creados”
Para Perlo-Freeman “estos incrementos reflejan parcialmente situaciones de empeoramiento de la seguridad pero, en muchos casos, también son producto de la corrupción, de intereses creados y de gobiernos autocráticos”.
En Europa del este, añade el experto, los gastos se han visto azuzados por la crisis en Ucrania, un conflicto que ha alimentado los incrementos experimentados en países como Rusia pero que, sin embargo, no parece repercutir en la evolución de los gastos militares de Europa occidental, pese a las reclamaciones de la OTAN para que sus miembros aumenten sus presupuestos de defensa hasta el 2 por ciento de sus respectivos PIB.
En Asia es el gasto de China el que lidera la tendencia de la región, con un aumento del 9,7 por ciento. En el conjunto del área comprendida por ese continente más Oceanía las partidas militares se incrementaron el año pasado un 5 por ciento, lo que arroja una suma de 439 mil millones de dólares (algo más de 400.000 millones de dólares). De esa cantidad, unos 216.000 millones de dólares (casi 200.000 millones de euros) corresponden a China.
En esa área Australia también experimentó un significativo crecimiento (el 6,7 por ciento) y entre los países con más gasto en defensa Corea del Sur los incrementó un 2,3 por ciento e India un 1,8 por ciento. Por su parte Japón los mantuvo estables. Vietnam, que mantiene tensiones con China por disputas territoriales al sur del Mar de China, aumentó los suyos un 9,6 por ciento, mientras que Indonesia invirtió su fuerte tendencia de crecimiento de los últimos años y recortó sus partidas militares un 10 por ciento.
En América Latina destacó el comportamiento de Brasil, que vio disminuir sus gastos para tratar de hacer frente a sus dificultades económicas, y también Venezuela, donde la crisis alimentó la mayor caída del gasto militar de la región: un 34 por ciento. En el otro lado de la balanza, México, otro de los grandes de la región, incrementó sus partidas en armamento un 11 por ciento debido a la guerra contra los cárteles de la droga.
Africa aumenta sus partidas casi un 6%
En cuanto al continente africano, en conjunto sus gastos en el sector crecieron en un 5,9 por ciento. En esta área destaca que los dos países que lideran la región en estas variables, Argelia y Angola, son los dos principales productores de petróleo de la zona. El primero incrementó su gasto un 12 por ciento y un 6,7 el segundo.
Sobre la relación entre la producción de petróleo y el gasto en armamento, el Sipri no ve claro “qué impacto puede tener la fuerte caída del precio del petróleo de finales de 2014 en los grandes incrementos en el gasto militar que han realizado muchos países productores de Oriente Próximo, de zonas de África y de Asia y Rusia, entre otros”. De momento, “mientras algunos productores, como Arabia Saudí, han acumulado grandes reservas financieras que les permitirán soportar precios más bajos durante algún tiempo, otros pueden resultar más afectados y, de hecho, Rusia ya ha recortado sus planes de gasto militar para 2015 como consecuencia de esto”.
Entre otras conclusiones adicionales, el Sipri también destaca que el número de países que emplean más del 4 por ciento de su PIB al ámbito militar ha pasado de 15 a 20 en 2014, y que “solo tres de estos países tienen un sistema de gobierno democrático que funcione”.
Gráficos: Sipri
Fotos: Ginés Soriano / Infodefensa.com