La industria de defensa colombiana ha apostado cada vez más por la innovación y el desarrollo de productos específicos destinados a la demanda meramente nacional. Esto ha permitido que el Ejército de Colombia nutra a sus tropas de equipos de última generación y diseñados ex profeso para sus necesidades.
Una de las innovaciones industriales que más ha beneficiado al Ejército colombiano han sido los simuladores virtuales gracias, en parte, a la puesta en funcionamiento del Markab, producto desarrollado por la Corporación de Alta Tecnología (Codaltec). Este simulador es empleado en el entrenamiento (y reentrenamiento) de las tripulaciones de los vehículos Textron Marine & Land Systems (TM&LS) M1117 Commando Advance (Pegaso, según designación colombiana), AFV, desplegados por el Ejército de esta nación.
El Markab es un dispositivo de entrenamiento fijo por medio del cual conductor y artillero se entrenan en la operación del vehículo. El dispositivo dispone de una réplica exacta de la cabina (controles y mandos), así como de un sistema de visualización inmersivo para el artillero, estación de instructor y escenarios operacionales de alta resolución (selva, desierto, urbano, etc.), permitiendo que la tripulación realice maniobras de identificación de riesgos, ataque, evasión y operaciones conjuntas.
Pero además de nuevas tecnologías para el entrenamiento de su personal, el Ejército ha adquirido además nuevos sistemas para el transporte de sus efectivos, entre los que se destacan los treinta y dos 6x6 LAV III DVH de la General Dynamics Land Systems (Gladiador, según designación colombiana), que vienen equipados con la Samson Mini RCWS y destinados a la infantería mecanizada (y del que probablemente se comprarán otras 32 unidades), así como los sesenta y siete 4x4 M1117 Commando Advanced de la TM&LS equipados con la estación de arma UGWS, modelos ambos que hacen parte del proceso de renovación de los medios blindados de esta nación, y particularmente protegidos contra los efectos de AEI, MAP y MUSE, usadas comúnmente por las organizaciones insurgentes y terroristas de esta nación.
Viene también desarrollándose desde el segundo semestre de 2015, un proceso de mantenimiento mayor de las torretas y del cañón EC-90 Cockerill Mk-3 de los vehículos de combate EE-9 Cascavel, principal medio blindado colombiano, y con el fin de poder prolongar el despliegue de este sistema por un período adicional de tiempo, mientras se materializa el proyecto de selección y compra de un medio que reemplace a estos vehículos. Estos trabajos son realizados por la empresa colombiana Universal de Metales, con amplia experiencia en este tipo de procesos y que además participo activamente en el mantenimiento mayor que se les realizo a los transportes blindados TPM-113 A1.
El Ejército también ha sido dotado con los modernísimos obuses LGI MK-III de la francesa Nexter, así como los sistemas de dirección, integración y control de tiro Nexter Bacara, aumentando su inventario actual a veinte tres unidades.
Por otro lado y en relación a los vehículos del tipo MRAP, la colombiana Armor International, ha diseñado un modelo de estas características, el Hunter TR-12, del cual el Ejército de esta nación despliega cuatro unidades (dos de reciente adquisición) mas una tercera que es operada por Surinam, existiendo interés por parte del Ecuador en este prototipo.
El Hunter TR-12 va ya por su segunda generación, pues las dos nuevas unidades incluyen un paquete de mejoras, producto de su uso táctico por parte del Ejército Colombiano y de su desempeño en situaciones reales de combate, entre las que se destaca un nuevo diseño de la quilla contra explosivos (que aumenta la resistencia contra AEI, MAP y MUSE, y la protección de la tripulación), la adición de soportes para antenas de comunicaciones y la instalación de barras laterales en el techo para la carga de equipos de intendencia, campaña y provisiones.
Los nuevosHunter, cuentan además, con la estación de armas Thor Manuel Turret en la parte delantera del vehículo, desde la cual se puede operar una ametralladora Browning M-2HB-QCB de 12,7 mm, o una ametralladora US Ordnance M-60 de 7,62 mm. Esta estación puede ser accionada por un artillero y puede girar 360 grados.
En esta misma línea tanto el Ejército como la Policía han adquirido los vehículos de la colombiana ISBI, y de los modelos APC y Guradian, que son desplegados dentro del Programa de Seguridad en Carreteras Nacionales, así como trece unidades del israelí Plasan Sandcat, ocho en servicio en el Ejército y cinco en la Policía.
Por otro lado la Industria Militar (Indumil) ha desarrollado en el marco de su apuesta de I+D, la primera pistola de fabricación nacional, la Córdova 9 milímetros, que en un primer lote fue adquirida por el Ejército y la Policía colombiana y que va ya por su segunda generación, introduciendo mejoras notables. También están fabricando el fusil Galil ACE de 5.56x45 milímetros, arma de bajo peso, que cuenta con miras reflectivas Meprolight y rieles Picattiny, con culata regulable y que ya está en uso por parte de la fuerzas armadas de este país.
El Ministerio de la Defensa también ha venido incentivando el programa conocido como Soldado del Futuro Colombiano (SFC), iniciativa que tiene como objeto mejorar a través de la tecnología, el material del que disponen los miembros de la fuerza pública, para lo cual se han diseñado una serie de elementos y equipos novísimos y productos del ingenio colombiano. Entre ellos tenemos los siguientes:
-Bota para contrarrestar la acción térmica y destrozante de AEI, hecha de componentes antimicóticos así como nanotecnología y materiales finos y flexibles como el grafeno.
-Vehículo Anti Explosivo Ligero (VALI), producto del trabajo conjunto entre Indumil y la facultad de ingeniería de la Universidad Militar Nueva Granada Este modelo posee un cañón disruptor, un brazo robótico y un conjunto de cámaras (day/night), todos operados de manera remota para manipular y destruir artefactos explosivos, tanto en zonas urbanas como rurales e incluso en ambientes climáticos adversos como la lluvia.
-Bengala Electrónica Reutilizable, desarrollada por el Centro de Investigación en Electrónica, Telecomunicaciones e Informática del Ejército y que pasa por ser un instrumento electrónico y reutilizable que suple las tradicionales bengalas de luz utilizadas hasta el momento durante operaciones de aterrizaje de aeronaves en pistas ubicadas en las áreas de operaciones.
-Repelente Electrónico de Vectores, que combate a una de las enfermedades tropicales que más afecta al personal de las Fuerzas Armadas colombianas, la leishmaniasis, cuyos vectores de trasmisión se encuentran a lo largo de este país, particularmente en las zonas rurales y tropicales.
Es pues en este sentido, y con base en lo anteriormente descrito, que el Ministerio de la Defensa colombiano trabaja a través de las llamadas Apuestas Sectoriales en la capacidad de innovación al interior de las Fuerzas Armadas (junto a la empresa privada), para desarrollar capacidades para crear, pero también para mantener y modernizar, equipos y armas, pensando además en el mercado regional.
Las acciones están entonces dirigidas a grandes proyectos, pero también al diseño de sistemas que solucionen necesidades básicas o concretas del soldado o policía y es aquí en donde podemos referenciar los siguientes sistemas de primordial relevancia para el cumplimiento de las misiones y como muestra de y desde donde están surgiendo ideas y conceptos que se transforman en sistemas de utilidad en el ámbito y la esfera militar.
Los nuevos desarrollos, muchos enteramente nacionales, son una muestra de las capacidades del sector de la defensa colombiano y de cómo los mismos están potencializando y catalizando los procesos de transformación de la industria de esta nación, estimulando de paso la innovación como medio para la competitividad al interior de las Fuerzas Armadas y particularmente dentro de las Empresas del Grupo de la Defensa.