El Ejército de Estados Unidos ha elegido a las compañías General Dynamics (GD) y BAE Systems para que construyan en los próximos 14 meses 12 prototipos de un nuevo blindado dotado de un cañón para proteger a la infantería. La candidatura de GDLS se basa en un chasis derivado del programa Ajax británico, que proviene a su vez del vehículo de cadenas Pizarro español y Ullan austríaco, y al que se ha dotado de la última torreta Abrams. BAE Systems, por su parte, construirá sus prototipos a partir del vehículo M8 Buford, y los dotará de nuevas capacidades y componentes.
Ambas compañías equiparán a sus plataformas de un cañón de 105 a 120 mm para facilitar de potencia de fuego a las tropas de infantería a las que apoyará el nuevo desarrollo. En la actualidad, en palabas del director del Equipo Multifuncional de Vehículos de Combate de Próxima Generación, el general de Brigada Ross Coffman, los Equipos de Combate de la Brigada de Infantería (IBCT, por sus siglas en inglés) no cuentan con munición de precisión “para eliminar búnkeres en el campo de batalla y disparar a edificios en entornos urbanos densos”.
La futura Potencia de Fuego Protegida Móvil (MPF), como se denomina este desarrollo, será empleada para destrozar esas zonas defensivas. El objetivo, como recoge Army Times, es brindar a las IBCT de una capacidad de disparo de precisión directo protegido de largo alcance, y resistente a los ciberataques.
Los responsables del MPF, que forma parte del programa estadounidense NGCV (Vehículo de Combate de Próxima Generación, por sus siglas en inglés) tienen previsto elegir al ganador en 2022 y recibir las primeras unidades en 2025. En total se estima que se encargarán 54 vehículos.
El programa NGCV dotará al Ejército de Estados Unidos de una nueva plataforma con la que sustituirá a sus actuales vehículos de combate Bradley IFV.