Para Colombia, este 2018 fue en la práctica un año de transición, producto por un lado del inicio del desarrollo político de la etapa del postconflicto y por otro, de las elecciones presidenciales que, con la llegada al poder del nuevo presidente Iván Duque, marcan un cambio en los paradigmas que y frente a ese postconflicto había pautado o previsto la saliente administración, caracterizada desafortunadamente por una sistemática desatención de las necesidades de reforzar (o más bien construir) capacidades mínimas disuasivas creíbles, cuyas escaseces han fomentado las constantes violaciones a los espacios soberanos colombianos, por parte de elementos y sistemas de las fuerzas armadas nacionales bolivarianas de Venezuela.
Estos antecedentes se han evidenciado particularmente durante el presente año, tiempo durante el cual han sido mínimas las adquisiciones o incorporaciones de nuevo material para unas Fuerzas Militares (FFMM), que con urgencia necesitan integrar sistemas y armas homologadas por la OTAN, organización a la cual y desde mayo pasado esta nación ingreso en calidad de Socio Global.
En este punto, es muy importante aclarar que las deficiencias en cuanto a nuevo material, común en todas las FFMM, no es producto de la falta de proyectos o programas diseñados o adelantados por los comandos generales de cada una de las fuerzas, sino a una cuestión de prioridades políticas durante la administración saliente.
Lista de los programas y proyectos desarrollados por cada una de las Fuerzas y las industrias del sector defensa durante el presente año.
Diseñado y construido por el astillero Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial Colombiana (Cotecmar), la Armada Nacional (ARC) recibió su nuevo Buque de Desembarco Anfibio, Unidad de Reacción Rápida (BDA-URR), el ARC Bahía Colombia, embarcación desarrollada con base en las necesidades operacionales de esta fuerza y destinada en principio a operaciones antinarcóticos, gracias a que puede desplegar lanchas del tipo Safe Boats Apostle 410.
Y precisamente y durante la presentación del BDA-URR, se exhibió también la primera lancha Apostle 410, construida por personal de Cotecmar y producto de acuerdos con la estadounidense Safe Boats, que le permitirán a la ARC en un futuro cercano contar con dos botes más de estas características.
De la misma forma fue incorporado un nuevo buque hidrográfico multipropósito, el ARC Caribe, construido por el astillero Fujian Mawei Shipbuilgind, con el que se reforzaron las capacidades oceanográficas de esta fuerza.
Esta compra fue complementada con la de dos helicópteros Airbus Helicopter AS365 Dauphin de segunda (con la posibilidad de dos unidades más en 2.019), los cuáles (ARC 251 y 252) fueron incorporados hace muy poco, en un proceso que busca paliar el déficit que tiene la ARC en relación al número de aeronaves embarcadas en sus principales unidades de superficie.
La Fuerza Aérea Colombiana (FAC) ha venido en los últimos años insistiendo en la necesidad de materializar dos ya inaplazables proyectos.
Por un lado, la renovación de su flota de cazas de combate, con el objeto de hacerse a una plataforma, que pueda incorporar sistemas, equipos y armas de última generación y que le posibilite a esta fuerza poder operarlo durante 30 años aproximadamente.
Y por otro, dotar a su Sistema Integral de Defensa Aérea Nacional (Sisdan), de misiles de mediano/largo alcance con el fin no solo de detectar posibles amenazas, sino de negar con los mismos, el espacio aéreo nacional.
Ambos programas, particularmente el Sisdan, han sido ampliamente discutidos en el Parlamento Colombiano, obteniendo desafortunadamente –y a la fecha- respuestas muy tenues y políticamente correctas (por no decir negativas) de la actual administración nacional, que conoce de sobra las razones que justifican la adquisición de estos sistemas con el fin de garantizar la soberanía nacional.
Sin embargo, por otro lado la FAC continúa con el programa de modernización de los helicópteros Bell UH-1H, que vienen siendo llevados al estándar Huey II, gracias al apoyo de la empresa fabricante Bell Helicopter (Textron Company) y que tiene como fin el incremento de las capacidades operacionales así como de los niveles de seguridad y rendimiento de las aeronaves, reduciendo por otro lado los costos de mantenimiento (huella logística).
De igual forma, con el concurso de la CIAC y en las instalaciones del Caman se continúa con la modernización y mantenimiento mayor (PDM) de la flota de Lockheed Martin C-130B/H Hercules, aviones de transporte a los que se les realizaron trabajos de digitalización de la instrumentalización analógica con el objeto de ampliar su vida operacional.
De hecho, previendo la futura retirada del servicio de estas plataformas, la FAC solicito y obtuvo la donación por parte de la Fuerza Aérea Estadounidense (Usaf), de tres aviones de este tipo.
Y finalmente se continúa con el proceso de conversión de los helicópteros Arpía a la versión de ataque AH-60L Arpía-IV, como aeronaves antitanque y antiestructura, en un programa que ya cuenta con diez unidades modernizadas.
Ejército
Esta institución tiene como uno de sus principales objetivos hacerse de un sistema de defensa antiaérea de corto alcance, es decir dentro del rango Vshorad (hasta 7 kilómetros), para lo cual y en un dilatado proceso a recibido ofertas de diversos fabricantes (Saab, Lig Nex1, MBDA Systems), esperándose que en el 2019 se tomen decisiones concretas –por fin- en este sentido.
Mientras tanto y a través de la División de Aviación y Asalto Aéreo (Davaa), ha conseguido adelantar sendos trabajos de modernización de las primeras dos aeronaves de los tipos Russian Helicópters Mi-17V-5 y Mi-17M1V, realizados por la compañía Sparc SA y técnicos de la Davaa y que hacen parte de su amplia flota de helicópteros.
De igual manera, logró llevar a cabo el proceso de conversión de dos vehículos del tipo AM General BMY M-939 6x6, en sistemas de guerra electrónica (BMY-EW), en trabajos realizados por la compañía Rohde&Schwarz.
Y pudo también adquirir cuatro nuevos vehículos Armor Internacional Hunter TR-12/2018 (del tipo mrap), tres de ellos para el transporte de personal y el cuarto en configuración C4i.
El Grupo Social y Empresarial de la Defensa, a través de sus empresas Indumil, Cotecmar, Ciac y Codaltec, que ya cuentan con un llamativo reconocimiento a nivel regional en la producción de soluciones de seguridad y defensa, ha presentado durante este 2018 una serie de sistemas y productos, que no solo revelan el muy interesante desarrollo tecnológico que estas compañías vienen adelantando, sino que además han logrado ser colocados tanto en el mercado nacional como internacional.
Así por ejemplo Indumil ha introducido una nueva línea de armas que incluyen el fusil Chincá 18 (AR) de 5.56x45 milímetros, las carabinas Chincá 13 (MAR) y Chincá 8 (SAR) ambas de 5.56x45 milímetros y la subametralladora Chincá Pistol de 5.56x45 milímetros (y .223), productos de un extenso proceso de diseño y pruebas realizado por los ingenieros de esta compañía (patente de Indumil), que cuentan con todas las características del tipo OTAN y que se espera sean progresivamente adquiridas por las Fuerzas Armadas (FFAA).
La Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (Ciac) lanzó solo hace unos días sus nuevos UAV (Rpas/Dron/ART) Coelum (Cielo) y Quimbaya, sistemas diseñados y desarrollados enteramente por esta compañía. El Coelum como un dron desarrollado para su uso portátil por parte de unidades de infantería, mientras que el Quimbaya ha sido diseñado para la vigilancia de objetivos estratégicos e infraestructura energéticos.
La Ciac también elaboro el que se constituye en el primer planeador colombiano y que bautizo como Urubús S-17, diseñado para su puesta en servicio por la FAC.
Por su lado la Corporación de Alta Tecnología de Colombia para la Defensa (Codaltec) logró exportar su simulador portátil de tiro de armas Gecko, que además ya fue vendido en el mercado nacional.
Al mismo tiempo, Codaltec continúa con las etapas de prueba de sus radares de defensa aérea Tader (Tactical Air Defense System) y de vigilancia de superficie Sinder (Surface Intrusion Detection Radar), que se constituyen en los primeros radares de defensa aérea 100% colombianos.
Y finalmente Cotecmar, que como ya se mencionó, entregó a la ARC durante el presente año un nuevo buque de desembarco anfibio, logró también diseñar y fabricar el primer Centro de Atención Inmediata Interinstitucional (CAII), móvil, flotante y fluvial de embalse de Colombia, adquirido por una administración regional, convirtiéndose en un nuevo producto de la de por si amplia panoplia de embarcaciones que ya ofrece este astillero, que se aboca en el 2019 en la finalización de los diseños conceptuales de su nueva OPV-93C.
En resumen, un año de contadísimas adquisiciones, de programas pospuestos, de respuestas institucionales (presupuestarias y políticas) tenues -por no decir débiles- y de necesidades disuasivas inaplazables, que ojalá y en un futuro no se conviertan en cuentas de cobro para unas administraciones de espaldas a la debida atención de la soberanía e integridad nacionales.