El presidente colombiano, Gustavo Petro, sospecha que la inteligencia Israelí monitorea sus vuelos, tanto en interior del país como en los vuelos regionales.
La pasada semana, la prensa de Colombia reveló que el mandatario dejó de viajar en los aviones de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC). Esto produjo fuerte malestar dentro de la institución que se tradujo en un carta dirigida a la Casa Militar de la Presidencia para manifestar que de continuar en esta tesitura la fuerza no puede hacerse responsable por la seguridad del presidente.
Desde julio
En este sentido, fuentes del sector confirmaron a Infodefensa.com que los problemas comenzaron en julio pasado. El día 20, Día de la Independencia colombiana, Petro regresó de Panamá en una aeronave privada debido a sospechas de monitoreo sobre sus vuelos por parte de agencias de inteligencia de Israel. El funcionario entiende que los servicios de inteligencia hebreos incluso tendrían acceso visual y de audio de las cabinas de las aeronaves de la Fuerza Aérea nacional.
Estas sospechas, producto de información entregada al presidente (no por la Unidad Nacional de Protección y si de origen desconocido) motivaron el cese en el uso de aviones oficiales y el empleo de naves privadas (probablemente venezolanas) que usan como FBO a la compañía Helistar u otros operadores de base fija en el aeropuerto de El Dorado en Bogotá.
Lo anterior habría motivado la búsqueda de un avión tipo ejecutivo para el transporte del presidente dentro del país y por la región, aunque fuentes de inteligencia colombianas consultadas por este medio se mostraron escépticas frente a la información suministrada al presidente y estiman que es casi nula la posibilidad de monitoreos ilegales.