La decisión de Alemania de dejar de vender material militar a Arabia Saudí también implica a aquellos países que han desarrollado equipos junto al país europeo y tratan de suministrarlos a Riad. Inmersa en este asunto, Londres ha amenazado a Berlín con consecuencias que no ha especificado si no levanta inmediatamente este embargo, que está afectando la entrega a las fuerzas saudíes de aviones y misiles británicos con componentes alemanes.
El gobierno germano optó el pasado octubre por dejar de vender material de defensa al reino de Oriente Medio como respuesta a la intervención bélica de este país en Yemen y tras la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, presuntamente a manos de agentes saudíes. Riad es un cliente importante de la industria militar alemana. En total, Berlín autorizó en 2018 la venta de este tipo de material a ese país por un valor de 416 millones de euros. Operaciones así ya no son posibles ahora, y las consecuencias no solo afectan a las ventas directas, sino también a las de aquellos socios que utilizan componentes alemanes en sus productos.
A principios de este mismo mes Infodefensa.com informó del veto expreso que Berlín ha hecho al suministro de misiles aire-aire Meteor, fabricados por la compañía con sede en Francia MBDA. Hace unos días trascendió que París había alcanzado un acuerdo con Alemania que le permitirá vender con mayor libertad a terceros países equipos militares desarrollados por ambos países. Las relaciones de Francia y Alemania en torno a defensa se han estrechado en los últimos meses, algo que no ha ocurrido con respecto a Londres, particularmente distanciada a consecuencia del Brexit.
Carta de queja
En este contexto, el secretario británico de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, ha enviado una carta a su homólogo alemán, Heiko Maas, en la que acusa a su país de dañar la industria de defensa británica por el bloqueo a Arabia Saudí.
En la misiva, de la que Defense-Aerospace recoge algunos párrafos, el político británico se muestra “profundamente preocupado por el impacto que la decisión del gobierno alemán está teniendo en las cadenas de suministro de la industria de defensa tanto del Reino Unido como de Europa, y que en última instancia puede tener en la capacidad de Europa para cumplir sus compromisos con la OTAN”.
Más allá de su intento de salvaguarda del sector industrial, Hunt asegura que también teme que el bloqueo alemán incida en un empeoramiento de la situación geopolítica. “Estoy profundamente preocupado de que su congelación en las exportaciones de defensa a Arabia Saudita afecte negativamente nuestra capacidad para influir en figuras clave durante los próximos meses en la causa de la paz”, apunta. Y añade: “Veo un riesgo real de que Arabia Saudí pueda recurrir a suministros rusos o chinos en el futuro, privándonos de su influencia en el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario de ese país”.
Hunt llega a citar programas concretos que, a su juicio, “es imperativo que se excluyan de la congelación de las exportaciones de armas”, como el del [avión de combate] Eurofighter Typhoon y el del Panavia Tornado”, además del misil Meteor citado. Y aduce para ello tres razones: la implicación de distintos países en estos proyectos, el riesgo de que Alemania deje de ser considerado como un socio fiable en un momento en el que Berlín busca desarrollar futuras capacidades de defensa, y la posibilidad de que se dé lugar a costosos litigios por responsabilidad legal por el impacto de estos movimientos en los operadores comerciales europeos.
Sobre el caso del Meteor, el político británico explica que su bloqueo está afectando también a las entregas del arma al propio Reino Unido, además de a Francia, España, Italia y Suecia. Hunt recuerda que París también está criticando el embargo alemán, y ofrece un dato para ilustrar el daño que puede causar a su propia industria. Según el secretario de Asuntos Exteriores, la congelación de los suministros de material militar a Riad supone “un coste a los proveedores de defensa alemanes de 2.300 millones de euros en los próximos siete años”.