Un nuevo país quiere sumarse al club de operadores del avión de combate de quinta generación F-35. El Ministro de Defensa de Singapur, Ng Eng Hen, anunció el viernes en el parlamento del país que su departamento enviará a Estados Unidos una carta de solicitud de compra (fórmula conocida por las siglas LOR) de estos aparatos. El documento deberá pasar por el trámite del Congreso estadounidense para que pueda prosperar.
El plan de Singapur contempla la compra inicial de cuatro aviones F-35 a Lockheed Martin y la opción de adquirir hasta ocho más posteriormente. Con estas adquisiciones se pretende sustituir la actual flota de cazas F-16 con la que opera el país.
Ng Eng Hen asegura que ya cuenta tanto “con el respaldo de la Administración de EEUU como del Departamento de Defensa para nuestra compra propuesta de F-35”. Aunque, reconoce, “el Congreso todavía debe aprobarlo”, de acuerdo con sus palabras recogidas por Reuters.
El Joint Strike Fighter (como se bautizó el programa de estos aviones en origen) es una iniciativa liderada por EEUU a la que también se sumaron Gran Bretaña, Italia, Holanda, Australia, Dinamarca, Noruega, Turquía y Canadá.
Las tres variantes desarrolladas de este avión, cuya fabricación encabeza Lockheed Martin, están diferenciadas por las letras A, B y C. El F-35A, el más ligero y ágil de los tres, está preparado para el despegue y el aterrizaje convencional (CTOL) en pistas habituales, y con él se prevé sustituir a los aviones F-16 y A-10.
La versión F-35B es la planteada para despegues cortos y aterrizajes verticales (STOVL) y, en caso de necesidad, es capaz de despegar verticalmente (VTO). Esta variante sustituye a los cazas Harrier, como los que en una versión más antigua que los actuales empleó Gran Bretaña desde portaaeronaves en la Guerra de las Malvinas y actualmente utiliza España desplegados desde su buque LHD Juan Carlos I.
Finalmente, el F-35C es una variante naval preparada para operar en grandes portaaviones, desde donde despega con ayuda de catapultas y aterriza en un corto espacio gracias a su resistente tren de aterrizaje y al gancho trasero con el que atrapa un cable de frenado anclado al buque. El F-35C, que está diseñado con alas de mayor tamaño y plegables, está pensado para sustituir al caza naval Boeing F/A-18 Super Hornet.
El del F-35 está considerado como el proyecto militar más caro de la historia (se le calculan 400.000 millones de dólares de coste, incluido su ciclo de vida). En total está prevista la fabricación de 2.500 unidades.