El embargo a las exportaciones militares que Berlín tiene en marcha desde el pasado noviembre no acabará este viernes, como estaba previsto. El Gobierno alemán ha decidido ampliar su veto otras tres semanas, hasta el fin de marzo, a pesar de las presiones que en los pasados días ha recibido por parte de sus aliados Francia y Reino Unido. Autoridades de estos dos países han advertido de las consecuencias de la medida alemana para sus propias industrias, directamente afectadas a través de distintos acuerdos conjuntos.
El ministro de Relaciones Exteriores germano, Heiko Maas, ha sido el encargado de anunciar la extensión de la prohibición de exportar armas a Riad. La decisión iba a tomarse el pasado viernes 1 de marzo, pero las distintas posturas en el seno del Gobierno de coalición alemán llevaron a posponerla.
Los conservadores del partido de la canciller Angela Merkel, han mostrado su temor de que se esté poniendo con esta medida en peligro a la industria y los empleos del país y están dispuestos a acercar su posición a Francia y Reino Unido. Al mismo tiempo, los socialdemócratas del SPD, que forman la parte minoritaria del Gobierno, abogan por mantener las restricciones a Riad y llegar a un acuerdo de exportación más restrictivo. Entre sus argumentos esgrimen que la coalición gobernante acordó el año pasado detener las futuras ventas de material militar a los países involucrados en el conflicto de Yemen, lo que incluye directamente a Arabia Saudí.
En este contexto, Maas ha anunciado que a lo largo de este mes de marzo “analizaremos la evolución con respecto al conflicto de Yemen. Lo observaremos”, informa la cadena pública alemana Deutsche Welle. El ministro no ha adelantado qué movimientos podrá seguir su Gobierno en este asunto una vez que acabe el nuevo mes, y con él el plazo ampliado de veto. “Opinamos que la guerra de Yemen debe terminar lo antes posible”, ha apuntado el político.
El parón alemán en las exportaciones de material militar al reino de Oriente Medio, en marcha desde el pasado noviembre tras la desaparición del periodista Jamal Khashoggi (presuntamente asesinado por agentes saudíes) y por la participación del país en la guerra de Yemen, afecta directamente a ventas en las que también participan otros países. De ahí las críticas, principalmente de París y Londres, a Berlín por este asunto.
En los últimos años Alemania ha optado en distintas ocasiones por vetar sus exportaciones militares a Arabia Saudí a cuenta de las carencias en el respeto de los derechos humanos de este país. Se trata de una medida que Bertlín viene adoptando y echándose atrás periódicamente en los últimos años, y que afecta a uno de sus principales clientes de material militar, como ha venido informando Infodefensa.com.
Arabia Saudí lidera la coalición internacional que en 2015 inició una ofensiva contra los rebeldes hutíes en Yemen, en apoyo del Gobierno yemení, y que ya suma al menos 10.000 muertos. El otro lado del frente cuenta por su parte con el respaldo de Irán.