El jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), el general David Goldfein, ha denunciado por escrito el estado de los nuevos aviones de suministro de combustible en vuelo KC-46A que están recibiendo. El general Goldfein no ha esperado a que el nuevo consejero delegado (CEO) del fabricante, Dave Calhoun, accediese al cargo para enviarle, cuatro días antes de ese momento, una carta criticando la situación del programa. Se da la circunstancia de que Calhoun llega a Boeing en sustitución de Dennis Muilenburg, que ha renunciado en medio de los problemas de seguridad detectados en el avión comercial 737 Max.
La agencia de información financiera Bloomberg afirma en una pieza, en la que recoge el contenido de la misiva, que el “desafortunado avión de pasajeros 737 Max no es el único problemático que hay que rescatar” del gigante aeronáutico norteamericano.
El texto rubricado por el general Goldfein requiere del nuevo CEO “su atención y un mejor enfoque sobre el tanquero KC-46”, y le explica que la Fuerza Aérea "continúa aceptando un avión cisterna incapaz de realizar su misión principal”. De acuerdo con la copia de la carta en poder del citado medio con sede en Nueva York, el jefe de Estado Mayor de la USAF manifiesta al fabricante que, “como uno de sus mayores clientes militares, también esperamos una relación de confianza no solo en los productos de Boeing", sino también en el esfuerzo de mantenimiento a largo plazo necesario para el material requerido.
Boeing ganó el programa de suministro de hasta un total de 179 aparatos, denominado KC-X, a principios de 2011, después de que (como informó Infodefensa.com) la compañía apelase la primera adjudicación, que daba como ganador a un consorcio formado por EADS (actual Airbus) y Northrop Grumman, ofertantes del modelo europeo A330 MRTT.
Con los problemas que aquejan al programa del KC-46A de fondo, la firma Lockheed Martin, competidor de Boeing, movió ficha hace algo más de un año junto a la compañía europea Airbus para volver presentar el avión A330 MRTT de esta última, que ya se encuentra operativo, como solución alternativa para el suministro en vuelo en Estados Unidos.
La USAF dejó eventualmente de aceptar nuevas entregas de estos aviones tras encontrar desperdicios y herramientas olvidadas en algunos de los primeros aviones entregados, que comenzaron a recibirse hace un año.