Indra ha registrado unas pérdidas netas de 75 millones de euros durante los primeros seis meses de este año debido al impacto del Covid-19. La compañía ha presentado unas cuentas marcadas por la pandemia del coronavirus, aunque destaca el aumento de la contratación, de un 8,1%, y un nuevo récord de cartera, que crece un 15,3%.
Los ingresos descendieron un 4% hasta los 1.484 millones de euros, principalmente por la caída de la división de transporte y defensa, afectada durante el semestre por los retrasos a causa del Covid, la menor actividad en el área de plataformas y simulación y la peor comparativa del Eurofighter.
Los contratos en el área de defensa y seguridad en España -sistemas de defensa electrónica y el radar de vigilancia para las fragatas F110 de la Armada española-, Europa -radares en Reino Unido- y AMEA -radares en Corea del Sur e Indonesia- impulsaron el crecimiento de la contratación neta.
Por otra parte, la cartera se situó en su nivel histórico más alto y alcanzó los 5.094 millones de euros en el primer semestre de 2020, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) acabó el semestre con unas pérdidas de 18 millones de euros frente a 142 millones de euros en el primer semestre de 2019, afectado por los deterioros intangibles y por los retrasos y la menor actividad debida al Covid. Ambos impactos se concentran en el segundo trimestre de 2020.
La deuda neta alcanzó los 670 millones de euros frente a los 552 millones de euros de 2019 y frente a los 716 millones del primer semestre de 2019. La ratio de Deuda Neta/Ebitda en los últimos doce meses se situó en 2,7 veces en el primer semestre de 2020 frente a 1,8 veces en 2019 y 2,4 veces en el primer semestre de 2019. La posición financiera se vuelve a reforzar, destaca Indra, con una liquidez superior a los 1.100 millones de euros a cierre del trimestre, entre caja, líneas a corto plazo y financiación disponible.
Por regiones, destaca el crecimiento de las ventas en el primer semestre de 2020 en América (del 7% en moneda local; 20% de las ventas totales). El resto presentan descensos: España (del 1%; 53% de las ventas totales), Europa (del 2% en moneda local; 18% de las ventas totales) y AMEA (del 21% en moneda local; 9% de las ventas).
Los ingresos de la división de T&D en el primer semestre de 2020 descendieron un 7% en moneda local, afectados por la caída de Defensa y Seguridad (del 15% en moneda local). En cambio, las ventas de Transporte y Tráfico se mantuvieron estables.
Las ventas en el segundo trimestre de 2020 descendieron un 8% en moneda local, con caídas tanto en Defensa y Seguridad (del 13% en moneda local) como en Transporte y Tráfico (del 3% en moneda local). La contratación en la división de T&D en el primer semestre de 2020 creció un 43% en moneda local, impulsada por la fuerte actividad registrada en Defensa y Seguridad (crecimiento del 84% en moneda local).
El presidente ejecutivo de Indra, Fernando Abril-Martorell, destacó que “los resultados del segundo trimestre de 2020 han estado impactados de forma considerable por la crisis desencadenada por el covid-19, que en este segundo trimestre ha afectado a la totalidad del período desde abril a junio”
Prácticamente todos los sectores en los que Indra opera -añadió- sufren este impacto, aunque con diferente profundidad y expectativas de duración, con sectores fuertemente afectados como determinados segmentos de industria y el de tráfico aéreo, frente a otros que han resistido mejor, como medios de pagos o utilities.
También recordó que las economías de los principales países donde opera Indra, España, Latinoamérica, Italia y los países exportadores de petróleo, se han visto profundamente afectadas, también con distintas perspectivas de recuperación para 2021.
Abrill-Martorell afirmó que “aunque el impacto y la incertidumbre por el covid persisten y continuarán afectando a los resultados del ejercicio, hemos comenzado a ver algunos signos positivos en las últimas semanas del período reportado, que nos permiten anticipar que el segundo trimestre de 2020 será el peor trimestre del ejercicio, y que el segundo semestre tendrá un comportamiento mejor que el primer semestre”.
“Con todo ello -dijo- y dentro de un lógico marco de incertidumbre que dependerá de la evolución de la pandemia, esperamos que los ingresos de 2020 se sitúen entre 3.150 y 3.200 millones de euros en moneda constante, y el EBIT entre 120 y 135 millones de euros antes de deterioro de intangibles y de costes de captura del plan de acción.
El presidente también destacó que “la positiva evolución reciente de nuestra contratación, el tamaño que ya alcanza nuestra cartera acumulada, la inercia comercial que hemos logrado mantener a pesar de la crisis, junto con nuestras capacidades tecnológicas para abordar las nuevas necesidades de nuestros clientes en el mundo post-covid, junto con el impacto positivo que tendrán de las medidas puestas en marcha con el plan de acción post-covid, nos permiten mantener las buenas perspectivas internas de ventas y EBIT para el ejercicio 2021 y siguientes".