La Armada española ha puesto en marcha un programa para la adquisición de dos buques hidrográficos costeros. Las nuevas embarcaciones entrarían en servicio a mitad de esta década, según los planes actuales.
Desde la Armada explican a Infodefensa.com que ya se ha elaborado un Requisito de Estado Mayor (REM) para la obtención de los dos buques. El documento está pendiente de la firma del Almirante Jefe del Estado Mayor (Ajema), almirante general Antonio Martorell Lacave.
Estos buques hidrográficos sustituirán al único de la clase Castor operativo actualmente, el Antares. La baja de este último está prevista para 2025, por lo tanto, la retirada coincidiría previsiblemente con la entrada en servicio de los nuevos barcos.
Respecto a la financiación, la Armada detalla que una de las vías que se ha contemplado es recurrir a los fondos del Mecanismos de Recuperación y Resiliencia (MRR). “En el caso de los buques hidrográficos estaba perfectamente justificado, ya que se tratan de unidades para llevar a cabo cometidos que son una responsabilidad de Estado (Levantamientos cartográficos que afectan directamente a la Seguridad en la Navegación)”, apunta.
A este respecto, informa además que hay un equipo de ingenieros de Isdefe en el gabinete de la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, trabajando en financiar programas de Defensa con fondos del MRR o incluso de otros ministerios.
A finales del año pasado, como se puede ver en el vídeo de cabecera de esta noticia, el jefe de la División de Planes de la Armada, vicealmirante Gonzalo Alisedo, dio a conocer en un encuentro con periodistas que una de las prioridades de la Armada es la sustitución de la actual flota de buques hidrográficos, formada por las veteranas embarcaciones Malaspina, Tofiño y Antares. “Son barcos que superan los 40 años de vida y aunque tienen equipos modernos para hacer su trabajo las plataformas están completamente obsoletas”, comentó entonces.
La Armada tiene la competencia legal, asignada por el Estado español, para llevar a cabo las actualizaciones cartográficas náuticas que sean necesarias. La flota de buques hidrográficos de la Armada está compuesta por el Malaspina (A-31), el Tofiño (A-32) y el Antares (A-23), dependientes del Instituto Hidrográfico de la Marina. Los dos primeros forman la clase Malaspina, construida por la Empresa Nacional Bazán -hoy Navantia- en San Fernando, y entraron en servicio en 1975. Ambos operan desde el Arsenal de La Carraca.
El Antares, por su parte, inició sus operaciones en la Armada en 1974 como tercer buque hidrográfico de la clase Castor, diseñados y construidos también por la antigua Bazán en San Fernando. Tiene su base en la Estación Naval de Puntales (Cádiz).
La misión principal de estas embarcaciones es efectuar la adquisición de datos, principalmente batimétricos, que permitan la elaboración de la Cartografía Náutica Oficial de España. También realizan levantamientos hidrográficos, trabajos oceanográficos y exploraciones del relieve submarino; actualización de derroteros, libros de faros, libro de ayudas radioeléctricas; instalaciones de reglas de marea y mareógrafos para el cálculo del cero hidrográfico; toma de fotografía de costas; comprobación marcas de corrida de la milla; o toma de datos meteorológicos, entre otras misiones.