Quizás no deba esperarse demasiado de las intervenciones durante los actos de celebración de la Pascua Militar. Pero había cierta expectación en concreto este año de arranque de una legislatura que presenta particularidades políticas. El resumen nos lo encontramos en dos ideas del discurso de SM el Rey: operatividad y perspectiva.
La mayor parte de los medios han recogido la noticia, con profusión de información sobre cuestiones anecdóticas, pero en general sin reflejar el fondo del contenido de unos mensajes que reiteraban, en buena parte y como en años precedentes, la necesidad de trasladar a la sociedad española que nos encontramos en un momento en el que las amenazas a la seguridad "impactan de una forma u otra hasta la puerta de nuestras casas".
Efectivamente es necesario trasladar a los ciudadanos que las actuales condiciones estratégicas no nos permiten sentirnos seguros y que el compromiso social con la seguridad y defensa de España es importante. Es bueno también recordar la proximidad de la amenaza y el compromiso que tenemos con nuestros aliados, especialmente europeos, para preservar nuestros valores y principios. El pulso de la calle, parece indicar que la percepción social sobre las amenazas puede estar cambiando. Debe incidirse en el verdadero valor de la Defensa Nacional.
En su discurso la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha reconocido el esfuerzo y el compromiso operativo permanente de los militares y ha recordado que es preciso continuar el trabajo y asegurar el futuro. Un aspecto técnico y otro político.
Porque continuar el trabajo es una responsabilidad militar en cuanto a preparación operativa. Pero asegurar el futuro es una responsabilidad política. Debe partir de la consideración de la Defensa "por encima de posicionamientos políticos e ideologías", continuarse por las directrices que el Gobierno dicte en materia de política de defensa y finalizarse con unos planteamientos claros para el desarrollo de la política militar, de la que finalmente derivarán los objetivos de fuerza a los que se refería la ministra. Objetivos políticos, asignación de recursos y capacidades militares forman un conjunto que debe ser coherente.
La puesta a disposición de recursos adecuados a los objetivos políticos para garantizar la eficacia operativa y la seguridad, anunciada como una prioridad para el Gobierno, requiere consenso y acuerdo. A menores recursos, los objetivos deben ser más ajustados, pero también se asumen mayores riesgos.
En materia de política militar se anunciaron algunas medidas, especialmente en materia de personal en cuanto a la formación, desarrollo profesional y reincorporación a la vida civil. Pero en este ámbito, no debe ignorarse la referencia a la necesidad de "impulsar el inicio del ciclo de planeamiento de la Defensa a lo largo del año que comienza, en el que se definirá el objetivo de fuerza a largo plazo así como el objetivo de capacidades militares", una responsabilidad específica de la ministra y del nivel político militar. Se apunta un nuevo ciclo político basado en consideraciones que pueden diferir de las de la X legislatura, puesto que las condiciones de contorno han variado.
El agradecimiento a los esfuerzos de la "cúpula militar" anterior, presente en el acto de la Pascua Militar, y el anuncio de un nuevo periodo de planeamiento, puede estar mandando un mensaje interno en relación con un aspecto de capital importancia, como es el de la cuantificación de la demanda operativa para cumplir las misiones asignadas a las Fuerzas Armadas. Esto es especialmente importante si se confirma, como parece, que algunas propuestas recientes elevadas desde el máximo nivel de responsabilidad militar plantean discrepancias internas importantes entre las autoridades militares.
Aunque en algunas declaraciones la ministra no mostraba urgencia en el relevo de la cúpula militar, la alusión que mencionamos puede indicar que no se van a aceptar imposiciones de los responsables salientes. Si se dice que "se definirá el objetivo" quiere decir que no está definido.
El esfuerzo del Gobierno para alcanzar un consenso con otras fuerzas políticas que permita disponer de recursos adecuados de forma estable, requiere planteamientos operativos sólidos y presentados sin fisuras, por supuesto en un marco de "sostenibilidad" pero adecuado a los objetivos que se planteen para nuestra Defensa y a los riesgos que se quiera asumir.