Seguridad y Defensa deben ir de la mano

Los más de 100 expositores presentes durante la celebración de la sexta edición de Homsec confirman la potencialidad del sector de la industria de seguridad y defensa española.

Esta edición contó con una mayor presencia institucional de las autoridades del Ministerio del Interior, muestro de ello, es la inauguración de la feria por parte del ministro Juan Ignacio Zoido. Además fue significativa la asitencia en la primera jornada de otras autoridades como el secretario general de Ciencia e Innovación, el secretario de Estado de Defensa y el director general de Armamento y Material (DGAM).

Seguridad y Defensa, Tecnología e Industria, de la mano como muestra de las sinergias necesarias para el futuro desarrollo industrial. Una cooperación transversal esencial y que esperemos no se quede en una foto.

En el mundo actual. Seguridad y Defensa tienen que desarrollarse en paralelo puesto que se difumina cada vez más la frontera entre ambos ámbitos. Como también tienen que acompasarse los esfuerzos entre las autoridades responsables de desarrollo tecnológico e industrial con las de seguridad y defensa.

Una colaboración entre Defensa e Industria que ha sido tradicional y que ha permitido la generación de empleo y riqueza, así como capacitación en el diseño, desarrollo, producción y comercialización de productos altamente competitivos en diferentes segmentos.

El resultado de la colaboración entre el Ministerio de Defensa y la industria se ha visto materializado en diferentes productos presentados en la feria y que, en su conjunto muestran una amplia panoplia que ofrece unas capacidades muy significativas.

Hay que reconocer el papel activo del Ministerio de Defensa en el desarrollo industrial de los últimos 30 años. Las políticas públicas y las inversiones ligadas a sistemas de armamento han permitido que hoy en día nuestra industria tenga capacidad de integración de sistemas y de desarrollo de productos propios. La diversidad empresarial abarca desde grandes empresas puramente nacionales o integradas en grupos internacionales, hasta pymes, pasando por otras de tamaño medio que se han desarrollado de la mano de las inversiones públicas.

Justo es reconocer también el esfuerzo realizado desde el lado de la empresa y especialmente de la iniciativa privada, que aún en tiempos de crisis, ha continuado desarrollando iniciativas muy competitivas que ahora necesitan entrar en proceso de industrialización. Nuestras empresas han sacado provecho del esfuerzo inversor realizado y se han posicionado a nivel mundial con una presencia en el mercado exterior importante, especialmente durante la última década en la que las inversiones domésticas han caído.

Tenemos una industria capaz de proporcionar productos competitivos pero su continuidad en el futuro depende en buena parte de una inversión pública que se presenta limitada e inestable. La viabilidad y sostenibilidad futura de nuestra industria requiere mejorar la capacidad inversora de su cliente de referencia, que sigue siendo el Ministerio de Defensa. Pero también de la formulación de políticas activas con la necesaria colaboración entre distintas ramas de la administración. Los cambios de modelo y el establecimiento de nuevas fórmulas son todavía más necesarios en un marco financiero incierto.

Como señaló el director de la EDA, Jorge Domecq, en su intervención, el desarrollo de la industria es un factor indispensable para la seguridad y la defensa a nivel europeo. La industria española está en condiciones de ofrecer soluciones competitivas y avanzadas para contribuir a su desarrollo. Desde la administración hay que tomar buena nota fomentando la inversión y estableciendo mecanismos que permitan su potenciación, especialmente de cara a Europa.