Un total de 23 países europeos han firmado un acuerdo de Cooperación Estructurada Permanente denominado Pesco (Permanent Structured Cooperation), cuyas consecuencias afectan de manera directa a la política industrial de Defensa. Los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores se comprometen a dedicar más interés a las operaciones de seguridad y a cooperar en el desarrollo de las capacidades militares. El objetivo es reforzar conjuntamente las capacidades de defensa, invertir en proyectos comunes y mejorar la disponibilidad operativa y la contribución de sus fuerzas armadas.Ofrecemos una serie de observaciones para ayudar a comprender el impacto y el alcance de este compromiso.
La Cooperación Estructurada es un paso más para avanzar en la consolidación de la política exterior y de seguridad común, que fue uno de los pilares básicos del Tratado de la Unión Europea. La UE es la organización más compleja del mundo. Para que tengamos una perspectiva histórica conviene señalar que han pasado 24 años desde su entrada en vigor (1993), por eso Federica Mogherini lo ha descrito como un "momento histórico en la defensa europea". Se busca no depender tanto de la OTAN, pero cabe recordar que 22 de los 28 países de la UE son miembros de la Alianza Atlántica. La diferencia entre Pesco y otras formas de cooperación es la naturaleza vinculante de los compromisos asumidos, como el gasto militar, la interoperabilidad, o la disponibilidad de las fuerzas.Teniendo en cuenta la burocracia y la lentitud de Bruselas para tomar decisiones a la hora de abordar conflictos y situaciones de crisis, ¿en qué situación quedarán los acuerdos bilaterales entre Estados en materia de defensa, especialmente Francia-Reino Unido y Francia-Alemania?
Los estados podrán desarrollar mayores capacidades militares, invertir en proyectos conjuntos y aumentar la preparación de sus tropas. Siguiendo la ruta para constituirse en un actor geopolítico creíble, se busca alcanzar unos niveles mínimos deautosuficiencia. Entre líneas, esto significa poder tener voz propia en la resolución de conflictos y no depender tecnológicamente de Estados Unidos. La autosuficiencia implica capacidad de disuasión; una vez se consume la salida del Reino Unido en 2019, Francia será en único país de la UE con capacidad nuclear.
Cada país debe proporcionar un plan para definir las contribuciones nacionales y los esfuerzos que acordó hacer. La Agencia Europea de la Defensa aparece como actor relevante para evitar duplicidades y solapamientos.Teniendo en cuenta el Programa de Desarrollo Industrial de la Defensa Europea, formado por Coordinated Annual Review on Defence (CARD) y European Defence Fund (EDF),surgen tres cuestiones: qué proyectos presentará España y por qué; qué fusiones o adquisiciones se producirán en los grandes protagonistas de la industria; y si la financiación de los programas estará condicionada en términos de éxito y resultados.
En el documento se habla explícitamente de industria de defensa y de sistemas de armas, no de tecnologías duales. Esto supone un avance en la forma de comunicar los asuntos estratégicos y de seguridad. Contar con el apoyo de la opinión pública, especialmente en lo que a presupuestos se refiere, fortalecerá la capacidad de la Unión Europea para ser un proveedor de seguridad creíble, tanto para sus ciudadanos como para los aliados o rivales que se encuentran a otro lado de nuestras fronteras. Finalmente, se señala que los países que no cumplan con sus compromisos podrían ser expulsados del grupo, lo que implicará asumir su vulnerabilidad. En esa perspectiva, ¿qué papel asumirán los principales partidos de la oposición ante la nueva exigencia presupuestaria?