La Armada de Estados Unidos ensayará por primera vez este verano su cañón de riel desde un buque de guerra. La nueva arma será capaz de disparar proyectiles a más de 7.000 kilómetros por hora, en torno a seis veces la velocidad del sonido, y no necesitará ni pólvora ni explosivos. Funciona aprovechando las propiedades del electromagnetismo.
Con estas características el sistema, denominado Electromagnetic Railgun, abre la vía al enfrentamiento a grandes distancias con una alta frecuencia de disparos y a un coste mucho menor que el de las armas actualmente en uso. De este modo, explican sus artífices, el ingenio otorgará una importante superioridad a las unidades navales de Estados Unidos.
La cadena estadounidense FoxNews ha informado de que la intención de sus desarrolladores es ensayar con ella en el mar este mismo verano. Infodefensa.com ya recogió a principios de 2015 que esas pruebas estaban previstas para este año. La plataforma desde la que tendrán lugar los disparos será con probabilidad el USS Zumwalt, de la clase DDG 1000, el mayor destructor de la historia de Estados Unidos, una nave de 15.000 toneladas de desplazamiento muy diferente a cualquier barco conocido hasta ahora y que está previsto entregar este mismo año.
El desarrollo del cañón de riel ya ha supuesto un desembolso de 500 millones de dólares y se estima en otros 800 millones la inversión que está realizando el Pentágono para continuar adelante con este y otros proyectos vinculados.
La agencia estatal rusa Ria Novosti relaciona este desarrollo con la carrera armamentística que Washington mantiene frente a Pekín y Moscú. Su interpretación se basa en un reportaje firmado este lunes por Julian E. Barnes en el diario estadounidense Wall Street Journal en el que se apunta que el monopolio militar norteamericano “casi llega a su fin”. El texto destaca que tanto Rusia como China “están invirtiendo en sistemas de misiles destinados a mantener a EEUU fuera de sus regiones respectivas”. Ante estas circunstancias, las autoridades militares norteamericanas creen que una defensa antimisiles basada en el cañón de riel puede defender a las fuerzas navales y terrestres “para mover con mayor facilidad las fuerzas hacia posiciones más próximas a las fronteras de esos dos países”.
El periódico ha publicado un video en el que, además de explicar el funcionamiento del arma, se muestran las pruebas que ya se han realizado con ella.
El nuevo cañón se basa en el uso de campos magnéticos para lanzar proyectiles sin utilizar propulsores ni explosivos tradicionales. Además, el cañón electromagnético reduce considerablemente la cantidad de explosivos a bordo de las naves, con el consiguiente ahorro y el incremento de la seguridad. Cada proyectil está envuelto por una vaina de aluminio que además de mantener la munición en su lugar proporciona un puente para la corriente que se forma entre los raíles que procuran la potencia que dispara el arma.
La contrapartida del arma es que precisa una gran cantidad de energía para ser disparada. Para funcionar con una cadencia de diez proyectiles por minuto precisa de una central eléctrica que genere 25 megavatios, lo que según el diario norteamericano, equivale a la electricidad necesaria para suministrar a 18.750 viviendas.
El resultado es contundente: un proyectil de 25.000 dólares de apenas 10 kilos lanzado por este ingenio causará un daño similar al de un misil de crucero de medio alcance. Cada uno de sus disparos podrá genera hasta 32 megajulios de energía. Un megajulio equivale a la energía cinética de una masa de una tonelada a 160 kilómetros por hora.
Imagen: BAE Systems y General Dynamics
Video sobre el funcionamiento y las pruebas del cañón de riel de Estados Unidos (en inglés)