La compañía Airbus Defence and Space (Airbus DS) no ha recibido ninguna notificación de las autoridades austriacas acerca de la demanda que ese jueves ha presentado el Ministerio de Defensa del país por supuesto fraude. “Estamos viendo hoy estas acusaciones por primera vez, y a través de los medios de comunicación”, ha explicado a Infodefensa.com una fuente oficial de la empresa.
Austria, como ha publicado hoy este medio, ha demandado a Airbus y al consorcio Eurofighter Jagdflugzeug, del que la primera es el máximo accionista, por supuesto fraude en la venta en 2003 a ese país de cazas Eurofighter. El Ministerio de Defensa austriaco cree, tras investigar el asunto, que estas compañías engañaron a Viena en el precio de la compra, la entrega y el equipamiento de los aviones.
Sin embargo, Airbus DS se muestra contundente al apuntar que está “sorprendida por las informaciones que han aparecido en los medios sobre una denuncia penal y presuntas reclamaciones por parte del Ministerio de Defensa de Austria contra Airbus DS y Eurofighter”.
La fuente, que insiste en que aún no han recibido ninguna notificación sobre este asunto por parte de las autoridades del país, añade además que estas “nuevas acusaciones nunca han sido planteadas con anterioridad”.
Sobre el contenido de la denuncia, que el propio Ministerio Federal de Defensa ha publicado en un comunicado, desde Airbus DS señalan que no le ven “ningún fundamento, sobre todo en las alegaciones de mala fe y fraude”. La empresa cree que se trata de acusaciones “más bien artificiales, y las negamos con rotundidad”. La fuente califica el asunto de "maniobra política” en clave interna de ese país.
Austria encargó en 2003 un total de 18 aviones de combate Eurofighter por un montante inicial de 2.000 millones de euros, aunque finalmente, tras renegociar el acuerdo un nuevo Gobierno, las adquisiciones se limitaron a 15 aeronaves por 1.700 millones.
El acuerdo inicial, suscrito por el entonces Gobierno conservador del país, levantó sospechas desde el primer momento, de ahí que en 2006 se llegó a crear una comisión de investigación parlamentaria que acabó cerrando sin llegar a nada concreto.
Posteriormente, a finales de 2012, el Ministerio de Defensa comenzó a estudiar el caso para aclarar las sospechas en torno a la venta. En aquel año Austria llegó a afirmar que si descubría prácticas corruptas podría acabar pidiendo la rescisión del contrato y la correspondiente devolución de los aviones. De acuerdo con la investigación ministerial, el perjuicio denunciado puede llegar a cuantificarse en 1.100 millones de euros.
“Por supuesto contamos con nuestra política de apoyar activamente a las autoridades austriacas en la investigación de sospechas concretas”, concluye la fuente consultada de la empresa.
Imagen: Airbus Group