La compañía española Navantia llegó la semana pasada a la feria DSEI 2017 de Londres tras presentar en agosto su oferta para el programa Sea 5000 de la Marina Real australiana. En el trascurso de evento, Infodefensa.com tuvo la oportunidad de hablar con Francisco Barón, director durante los últimos cinco años de Navantia Australia.
Entre reunión y reunión, Barón hace un parón para abordar junto a una maqueta de la fragata F-105 Cristóbal Colón algunos de los detalles de la propuesta presentada por el astillero español. "Es un programa clave para Navantia", reconoce, para a continuación apuntar que la compañía "compite desde una posición sólida y con un producto maduro".
¿En qué consiste el programa Sea 5000 de Australia?
El programa incluye la construcción de nueve fragatas y el desarrollo de la industria naval australiana. El objetivo final es contar con un astillero con capacidad para realizar un programa al cien por cien con su cadena de suministro y contratistas. Una parte tan importante como la propia capacidad del programa.
¿Qué ofrece Navantia?¿Cuáles son los puntos fuertes frente a sus competidores?
Navantia compite con BAE Systems y Fincatierie desde una posición solida y con un producto maduro. Navantia ofrece la F-5000 basada en el destructor Hobart (diseñados por el astillero español a partir de la fragata F-105 Cristóbal Colón) que será entregado en el 23 de septiembre a la Marina Real australiana. Apostamos por un buque ya probado y adaptado a las necesidades de Australia mediante una gran número de horas de ingeniería para adaptar el diseño inicial español a sus estándares. Desde hace dos años trabajamos en el astillero en el que se construirán las futuras fragatas, por lo tanto, conocemos la industria y el personal que participará en el nuevo programa. En definitiva, presentamos una oferta de bajo riesgo.
¿Cuándo está prevista la elección del constructor?
El plazo establece que la decisión se tomará en el primer trimestre de 2018 y el contrato se firmará a mediados de ese año. Estamos hablando de un programa de 35.000 millones de dólares.
¿Cuáles son los pasos hasta primeros de año?
Las empresas hemos presentado nuestra ofertas a primeros de agosto. Pero antes de 2018 está prevista una revisión de la oferta. El Gobierno australiano decidirá el sistema de mando y control en noviembre y, a partir de ahí, habrá que ajustar la oferta. En ese momento es probable que se queden solo dos competidores, aunque está posibilidad no está clara del todo.
¿Hasta qué punto es importante este programa?
Este es un programa clave para Navantia. En España, los beneficios llegarán en forma de horas de diseño. La evolución del diseño mejora el producto e introduce nuevos elementos. Algunos equipos serán fabricados en España y también se enviarán trabajadores para apoyar la construcción. El reto es contar en Australia con la plantilla necesaria para la construcción de los buques y desarrollar su industria auxiliar. No hay que olvidar que los subcontratistas son la base de una industria naval madura, sólida y competitiva. En la actualidad, Navantia Australia cuenta con 120 trabajadores y esperamos llegar a las 200 personas, independientemente del contrato Sea 5000.
¿Cómo definiría la evolución de Navantia estos últimos años?
Hace 30 años, la antigua Bazán, construía buques con diseños extranjeros y, en este periodo, hemos desarrollado una industria propia y ahora ofrecemos en Australia transferencia de tecnología. En el caso australiano, en una década allí hemos suministrado hasta cuatro tipos de barcos: las F-100, los LHD, los AOR y las lanchas de desembarco. Además, apostamos por el área del mantenimiento y trabajamos con su industria y suministradores. En este sentido, cabe destacar que en el programa de los AOR incluye también cinco años de mantenimiento en suelo australiano.