Viene de 'El MRO de Santa Lucía, listo para su primer mantenimiento mayor'
Infodefensa ha sido el primer medio de comunicación en pisar las instalaciones del MRO (denominado así por las siglas en inglés de Maintenance, Repair and Overhaul) de Airbus C-295 instalado en la base militar de Santa Lucía (México). En la visita, una de las secciones más llamativas es sin duda el área de capacitación, donde se han implementado alguno de los sistemas más modernos de formación en beneficio del adiestramiento de especialistas locales. Estos nuevos sistemas, como el Mits o Sistema Interactivo de Entrenamiento Multimedia, son las herramientas con las que la empresa europea aplica la transferencia de conocimiento pactada con México y ofrece a los especialistas mexicanos una formación a la altura de los propios técnicos de la compañía. Ver vídeo.
Nuestro recorrido nos lleva a una de las aulas recientemente construidas en la periferia del Escuadrón 301, en ella encontramos una serie de escritorios y computadoras que complementan una de las más importantes partes de la sociedad entre la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), la Aviación de la Armada de México (AARM) y Airbus, la transferencia de conocimiento a través de lo que se denomina medios interactivos de capacitación.
El concepto es sencillo, los especialistas de mantenimiento toman asiento en sus escritorios y con una llave de acceso especial comienzan a recibir capacitación en los sistemas que a ellos les interesan, por lo que un mecánico de motores sólo acezará a los temas relativos de su especialidad. El sistema comúnmente llamado Mits o Sistema Interactivo de Entrenamiento Multimedia permite que cada alumno avance y sea evaluado de modo independiente.
El salón cuenta además con dos curiosas estaciones que, se nos aclara, no son simuladores; uno es la representación de la cabina para que pilotos y especialistas se familiaricen con los controles. Enseguida se encuentra una representación 3d y más avanzada la cabina llamada Ipt o Entrenador de Procedimientos Interactivo, que sirve para que especialistas de mantenimiento y pilotos repasen algunos procesos de emergencia o de entretenimiento en una réplica de la cabina, representada en una serie de pantallas sensibles al tacto; en ellas no sólo se interactúa para simular procesos, también se despliegan los planos y sistemas del avión en funcionamiento e incluso algunos sonidos del avión. La idea de conjugar a pilotos y expertos de mantenimiento en estos procesos ayuda a que el conocimiento general de la aeronave sea lo más completo posible.
El sistema Mits enseña a manipular y mantener la aviónica, la planta de potencia, los procedimientos de emergencia, apoya en los mantenimientos programados y de emergencia, también permite analizar fallas y ayuda a dominar el importante tema del peso y balance de la aeronave.
De vuelta al hangar, nos acercamos a la 3201 para ver en detalle algunos procesos de reemplazo de válvulas a donde los técnicos tienen que usar trajes blancos para alcanzar con cierto esfuerzo algunas de las bahías de mantenimiento más inaccesibles del avión. A continuación hacemos un rápido tour por dentro de la aeronave, a donde el piso fue recientemente desmontado y colocado de vuelta. La cabina de pilotos no escapa a las fichas de mantenimiento, hasta la tapicería y asientos son removidos para recibir manutención.
Estando así de cerca podemos ver detalles especiales, como círculos de cinta azul con una masa rosa en medio, señal de daño en las superficies de fibra de carbono y que están siendo tratadas por el taller de estructuras. Sin embargo, no siempre las piezas pueden ser reparadas, por lo que entra en acción otro de los beneficios del taller, el sistema de requisición de partes. Un especialista de mantenimiento trabaja ante un ordenador con todos los manuales de mantenimiento digitalizados que disectan a la aeronave en cada uno de sus sistemas al más ínfimo detalle. De este modo los manuales le dicen qué pieza pedir, como montarla, o incluso desde que otros paneles acceder y finalmente que sistemas periféricos deben ser revisados.
Al ser el C-295 la espina dorsal del transporte tanto en la FAM como en la Aarm por su número de unidades, que es de 14 (8 en FAM y 6 en Aarm), perfectamente justifica esta sociedad y la realmente modesta inversión que se realizó, especialmente si lo contrastamos contra el enorme ahorro en dinero y tiempo, aparte de considerar el valor añadido de todo lo aprendido en el proceso.
Por cierto, resulta notable el orgullo en el personal que atendió nuestra visita, todos los especialistas nos explican sus áreas de trabajo con pasión, no es un discursillo aprendido, todos ellos están conscientes de lo que están haciendo y se nota la satisfacción del trabajo bien hecho cuando tienes las herramientas adecuadas.
Será interesante observar el desarrollo del MRO de C-295 de la FAM, si se continúa administrando y apoyando como hasta ahora; el potencial que guarda es muy importante, ya que podría ser el inicio de una de las mejores prácticas de relacionamiento industrial y de mantenimiento a seguir en el futuro de México, aparte de tener el potencial de generar ingresos, ya que el C-295 opera en varias naciones de la zona Latam, por lo que a este respecto el cielo es el límite. Aunque el MRO de la base de Santa Lucía ya ha trabajado en al menos dos aeronaves, una de la Aarm y otra de la FAM, la 3201 tendrá por siempre la distinción haber sido la primera en recibir el mantenimiento mayor de ocho años, por técnicos de la FAM, lo que significará un punto de inflexión en los estándares y procesos de mantenimiento de esta arma aérea, dejando la puerta abierta a operaciones similares de otras aeronaves en otros escuadrones y proyectos de desarrollo.
Eventualmente y al final del proceso, la 3201 será rearmada, pulida y se despedirá de su antiguo color blanco y pasará a hacer sus pruebas de motor, balance, carreteos y de sistemas para regresar al servicio en los cielos mexicanos, para que otro avión tome su lugar en el interminable ciclo del mantenimiento de aeronaves.